Al Khelaïfi… ¡Florentino tiene un mensaje para ti!
El madridismo tiene claro quién es el enemigo común: la UEFA de Aleksander Ceferin y sus tentáculos representados por la ECA de Nasser Al Khelaïfi
Florentino Pérez. | Zuma Press
La batalla por la Superliga sigue al rojo vivo y la Asamblea de socios compromisarios del Real Madrid se antojaba como el marco ideal para que Florentino Pérez lanzara un elaborado argumentario con un objetivo claro: «Conseguir que el mundo del fútbol abra los ojos». El momento elegido no es casual. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea está a punto de pronunciarse sobre si la UEFA ejerce un monopolio que, como piensan en Chamartín, «tiene atado de pies y manos al balompié europeo». El máximo mandatario blanco considera que el deporte rey «está enfermo, va perdiendo interés cada día, sobre todo entre los más jóvenes» y anima a hacer una profunda «reflexión en la que el Real Madrid debe tener un papel importante por lo que significa para la historia de este deporte».
Florentino Pérez se dirigió a los casi 2.000 socios allí presentes, pero en realidad sabía que lo hacía a nivel global. Para ello eligió una analogía a la que llevaba tiempo dándole vueltas en privado: «Nadal y Federer se han enfrentado 40 veces, Nadal y Djokovic 59… ¿acaso esto es aburrido? Estos enfrentamientos han impulsado el tenis. Nosotros sólo nos hemos cruzado con el Liverpool nueve veces en 67 años. Si el tenis lo organizara la UEFA , apenas abríamos visto dos o tres partidos entre Nadal y Federer«. Boom de Florentino, que tomaba carrerilla y pasaba al ataque.
Que pase el siguiente
Se podía palpar en el ambiente. El guantazo a mano abierta de Florentino estaba al caer. Si el año pasado fue Aleksander Ceferin quien escuchó aquello de: «Lo mismo hay que recordarle a la UEFA quién es el Real Madrid», este año le tocaba el turno a Nasser Al Khelaïfi. El presidente del PSG declaró recientemente que «era muy raro que el Madrid vaya contra la Champions pero que participe, celebre y disfrute ganando el título». Además, puso su particular guinda afirmando que los merengues «tenían miedo a la competencia».
Estas declaraciones malhumoraron a Florentino. La cabeza visible del madridismo tenía claro dónde y cómo responderle. Se subió al atril, miró a sus votantes y lo espetó al mundo entero: «Igual hay que recordarle también al presidente de la ECA quién es el Real Madrid». Ovación atronadora que interrumpe su alocución y de seguido un cántico lapidario dirección París: «Reyes de Europa, somos los reyes de Europa, reyes de Europa…». Locura en la sala, incontenible éxtasis madridista, ganas de mambo y, ante todo, de recordarle al planeta fútbol que quien se mete con el Madrid la paga. Cuando habló Ceferin los blancos le respondieron con cuatro títulos. Ahora que se ha animado Nasser las consecuencias son imprevisibles. ¡Qué pase el siguiente!
El Bernabéu se queda como está
Y es que la Asamblea dio para mucho. Sin duda el momento más curioso se produjo cuando un compromisario subió al escenario ataviado con una gran cartulina con la que proponía un cambio de nombre al estadio. Su idea no era otra que denominarlo como «el Bernabéu Florentino Pérez». El presidente salió rápidamente al paso y cortó el ‘proyecto’ de raíz: «No vamos a cambiar nunca la denominación del estadio Santiago Bernabéu. Si me quieren poner un nombre, ya les diré yo dónde lo tienen que hacer. Además, el Bernabéu es ya una marca y yo no lo haré nunca. No me gusta porque parece que estoy detrás y no es verdad», concluyó Florentino.
Entre vítores y aprobaciones de presupuesto por aplastamiento se produjeron otros dos hechos reseñables. Uno tenso, cuando en su sección de agradecimientos Florentino mentó a Gareth Bale y desde la bancada de socios se oyeron algunos silbidos: «¡Por favor!», reclamó el presidente con cierto rubor. El otro, infinitamente más agradable, cuando se dio el visto bueno por abrumadora mayoría al nombramiento de Amancio Amaro como nuevo presidente de honor del club. Una Asamblea de socios compromisarios que, en definitiva, sirvió para ejemplificar que el madridismo rema en una misma dirección y tiene claro quién es el enemigo común al que enfrentar: la UEFA de Aleksander Ceferin y sus tentáculos representados por la ECA (Asociación de Clubes Europeos) de Nasser Al Khelaïfi . Ambos han recibido el mensaje. En público y en privado.
