Guardiola ante su peor pesadilla en Champions
Quizá va siendo hora de que UEFA, FIFA, Liga y RFEF escuchen a los actores principales de este espectáculo
Hace justo una semana del nuevo récord de Carlo Ancelotti. Mientras sonaban los acordes del himno de la Champions para recibir al City en el Bernabéu, el técnico italiano pasaba a la historia: 190 partidos dirigidos en la máxima competición europea empatando en la clasificación con un Sir Alex Ferguson al que superará mañana. Carletto es, además, el entrenador que más victorias ha logrado en la Copa de Europa con 107.
El que más finales ha disputado, con 5, y el que más veces ha levantado la orejona. Lo ha hecho en cuatro ocasiones; dos con el Milán (2003 y 2007) y otras dos con el Madrid (2014 y 2022). Más allá de los incontestables datos, el natural de Reggiolo se ha convertido en la peor pesadilla del, para muchos, mejor técnico de la actualidad: Pep Guardiola.
Ancelotti 2-0 Guardiola
Ancelotti llegó al banquillo merengue en el verano del 2013. Su cometido era conciso: el Real Madrid llevaba buscando ‘La Décima’ desde el año 2002. Once intentonas fallidas a las que «Carlo debía de poner remedio». Y así sucedió. La Champions de los blancos fue (casi) inmaculada en la primera fase. Cinco victorias y un empate con 20 goles a favor y cinco en contra para acabar líderes de grupo. En las eliminatorias su equipo disputó el llamado «camino alemán» entre el madridismo. Se llevó por delante al Schalke 04 en octavos y al Borussia Dortmund en cuartos.
En las semifinales esperaba el Bayern de Pep Guardiola. El de Santpedor acababa de aterrizar en Munich tras su exitoso paso por el FC Barcelona. En la ida, su equipo sucumbió por 1 gol a 0 en el Santiago Bernabéu con el solitario tanto de Karim Benzema. En la vuelta llegó una de las goleadas más recordadas en la historia del Real Madrid: 0 a 4 al Bayern en su propio estadio para meterse en la final de Lisboa.
Guardiola no encajó bien tamaño repaso y dejó una frase que le perseguirá siempre: «ellos son futbolistas, pero básicamente son atletas». El catalán, aturdido tras recibir un global de 5 a 0, aún sangraba por la herida. Un veterano italiano había desmontado el futbol de posesión en dos partidos. Ancelotti 1-0 Guardiola.
Ocho años después Carlo regresaba al banquillo de Concha Espina y, el caprichoso destino, quiso que ambos directores técnicos volvieran a enfrentarse en la antesala de la final. La historia, por reciente, es bien recordada por todos: los de Pep vencían por un acumulado de 3 goles a 5 en el minuto 89 del partido de vuelta. Media hora más tarde los aficionados vikingos estaban reservando hotel para la final de París. Carletto volvía a sonrojar la cara de la orquesta de Pep a base de Rock and roll. Ancelotti 2-0 Guardiola.
«Guardiola tiene razón»
Y es que Pep Guardiola tiene una enorme presión encima. Tras siete temporadas los dueños ‘citizens’ han invertido 1.238 millones de euros para montarle un conjunto en busca de ‘la orejona’, pero, de momento, todos los títulos logrados (11) son a nivel local. En este mismo periodo el Real Madrid ha empleado la mitad de dinero (700 millones) para obtener 17 trofeos. 3 de ellos en forma de Champions. Como consideran desde Chamartín » es el triunfo del modelo responsable frente al de los clubes estado». Un modelo exitoso que traslada la tensión, la obsesión y las prisas hasta Manchester en el partido de mañana.
Y como cada mínimo detalle cuenta, andamos a vueltas con los horarios y los descansos. La semana pasada era Ancelotti quien se lamentaba por el disparatado calendario que les comprimía la final de la Copa del Rey y la ida vs el City en menos de 72 horas. Ahora es Guardiola quien se queja amargamente: «No entiendo que tengamos menos descanso que el Real Madrid». He preguntado directamente a Carlo por este respecto y esto es lo que me ha dicho: «Guardiola tiene razón. Entiendo que se enfade como yo por el calendario. Lo decimos todos los entrenadores, pero los entrenadores no pintamos nada en el mundo del fútbol».
Quizá va siendo hora de que UEFA, FIFA, Liga y RFEF escuchen a los actores principales de este espectáculo. Comenzando por los dos entrenadores más laureados de Europa que, en esto (pesadillas a parte), van de la mano. Por algo será.