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Nacho se despide en la cima, pero pone fin a un sueño: no será un 'one club man'

Llegó al Real Madrid con 11 primaveras, debutó en el primer equipo de la mano de Mourinho y ha logrado 26 títulos

Nacho se despide en la cima, pero pone fin a un sueño: no será un ‘one club man’

Nacho Fernández durante la celebración de la Champions en el Bernabéu. | EP

En el argot taurino se dice aquello de «no hay quinto malo» y tratándose el protagonista de nuestro relato de un gran amante de la fiesta nacional todo parecía encaminado para que Nacho Fernández se convirtiera, precisamente, en el quinto futbolista que realizara toda su carrera íntegra vestido de blanco. Algo de lo que ya sólo podrán seguir presumiendo cuatro jugadores de los más de 700 que han defendido la camiseta merengue en los 122 años transcurridos desde su fundación. 

Los motivos de Nacho para poner fin a su gloriosa estadía en Concha Espina no son otros que la sensación de haber cumplido un ciclo como madridista, la satisfacción de marcharse en lo más alto (como capitán y levantando la Champions) y, claro está, la aparición en escena de la liga saudí con una ingente cantidad de petrodólares a los que es muy difícil decir que no. 

No será un ‘one club man’

Al aficionado clásico y al propio Nacho siempre le quedará el regusto amargo de no haberse consagrado como one club man. Ya saben, aquel pelotero que desarrolla todo su desempeño profesional en un mismo club. Una tarea harto complicada que en el Real Madrid sólo han alcanzado José María Zárraga (51-62), José Antonio Camacho (73-89), Miguel Porlán Chendo (81-98) y Manolo Sanchís (hijo) entre el año 83 y el 2001. De hecho, me consta que, a pesar de algunas temporadas duras y con pocas oportunidades, Nacho ha aguantado tanto en la casa blanca con la ilusión de entrar a formar parte de ese exclusivo círculo, pero las circunstancias cambian y estas han llevado al alcalaíno hasta el Al Qadisiyah entrenado por Michel.

Nacho Fernández Iglesias dice adiós tras 23 años en la entidad. Llegó al Real Madrid con 11 primaveras, debutó en el primer equipo de la mano de Mourinho, ha logrado 26 títulos (récord del club compartido con Modric), entre ellos seis Copas de Europa. Además, ha disputado 364 partidos, marcando 16 goles y repartiendo 10 asistencias. 

Chico para todo

Nacho siempre ha tenido que convivir con la etiqueta de «chico para todo» y de «futbolista que siempre cumple». Un relato que durante su juventud le vino bien y hasta le ponía en valor, pero que con el pasar de las temporadas se transformó en un mantra que lo convertía en un simple actor de reparto, algo que acrecentaba una comprensible frustración en el fuero interno del defensor. A pesar de ello, y debido a sus buenos momentos de forma y a las lesiones de los compañeros, rara era la campaña en la que Nacho no sobrepasaba las 40 participaciones vestido de corto durante el último lustro. Aquí hay que incluir dos finales de Champions con papel protagonista. La de hace unos días en Wembley, en la que fue titularísimo, y la de 2018 en Kiev, donde salió al terreno de juego en el minuto 37 después de que se rompiera Dani Carvajal.  

Este curso lo despide con 45 encuentros jugados. 12 de ellos en una Champions que constó de 13 duelos y donde fue titular en todas las rondas eliminatorias definitivas, salvo la ida contra el Manchester City. Destacar que en la vuelta de la misma fue uno de los veteranos que dio un paso al frente para tirar los definitivos penaltis en el Etihad. Su guinda final ha supuesto vestir a la diosa Cibeles de blanco en dos ocasiones durante un lapso de 15 días. Primero con la consecución de la liga número 36 y después con el épico logro de la decimoquinta.

Retiro dorado en Arabia 

Nacho lo ha estado dudando hasta el final. Es más, los últimos doce meses han sido una montaña rusa de sensaciones que a veces (las más) le invitaban a emprender una nueva aventura y que en otras ocasiones (las menos) le decían que permaneciese en la Castellana. Cuando pensaba con más fuerza en marcharse fue hasta mitad de temporada. Chupó bastante banquillo y cuando le tocó jugar no estuvo a su nivel habitual. Pero luego llegaron las lesiones y, por ende, su titularidad y regresó el Nacho de siempre. Rápido, fiable, decisivo y levantando títulos. Los tres últimos meses fueron tan buenos que llegó a replanteárselo todo e incluso el club, al ver que cavilaba, le transmitió que tomara la decisión con calma y que si quería continuar le ofrecían una nueva renovación de contrato.

Nacho lo agradece, pero esta vez no hay marcha atrás. Arabia ha llamado a su puerta a través del Al Qadisiyah del exmadridista Michel. Un equipo recién ascendido que pertenece a la petrolera Aramco y que le ofrece una vinculación de dos temporadas doblándole el sueldo que percibe en el Real Madrid. Un retiro dorado y lejano donde Nacho Fernández nunca tendrá que enfrentarse al club de sus amores. Su querido Real Madrid. 

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