Guía esencial de las novedades en el arbitraje de la próxima temporada de La Liga

Después de la vorágine de la Eurocopa con el título para España y de la fiesta olímpica de París, el fútbol nacional regresa a nuestro país. Este jueves el Athletic Club de Bilbao y el Getafe suben el telón a la temporada 2024-2025. Por delante, 38 jornadas en Primera división, en donde seguro que habrá mucha polémica arbitral y en numerosas ocasiones se volverán a fijar todas las miradas en la actuación del colectivo, lo hagan bien o mal.

Fuera de juego semiautomático

Una temporada que viene marcada por importantes novedades en el apartado arbitral. Tanto desde el punto de vista reglamentario como desde las directrices que el CTA (Comité Técnico de Árbitros) ha transmitido a todos sus colegiados.

Tecnológicamente, la gran novedad está en la puesta en marcha en Primera división del fuera de juego semiautomático. Era una demanda de todas las partes y que se pone en práctica en la máxima categoría de nuestro fútbol. La Segunda división deberá esperar a la próxima temporada. 

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Esta tecnología SAOT funciona gracias a diez o doce cámaras situadas en la cubierta del estadio y que captan el movimiento de todos los jugadores y del balón. Son cámaras independientes a la retransmisión televisiva. Para ello, capta 29 puntos de los futbolistas hasta 50 veces por segundo para calcular su posición exacta en el campo. Gracias a todo esto, el tiempo para determinar si existe o no fuera de juego se ve reducido. La media suele estar en 25 segundos. La otra gran novedad radica en la posibilidad de realizar una sustitución adicional a las cinco permitidas cuando se produzca un caso de conmoción cerebral. 

Sanciones a los agarrones, castigos a los mentirosos

Desde el punto de vista disciplinario, esta nueva temporada arbitral quiere paliar una demanda de la temporada pasada: los múltiples agarrones que se producían en el área y que no fueron sancionados. La consigna que tienen todos los árbitros es muy clara de atajar este tipo de situaciones. Ya sea en un saque de esquina, en el lanzamiento de una falta o en el centro al área. Lo mismo en cuanto aquellos jugadores que fingen entradas muy fuertes que luego no lo son tal. Ya sea fuera como dentro del área. 

Respecto a estas últimas, también la consigna arbitral es clara: está prohibido castigar los llamados «penaltitos» o «pequeños contactos». La sanción de un penalti debe corresponder a una acción «clara y significativa de un defensor», con la suficiente intensidad que justifique la sanción. Y lo mismo respecto a los designados en el VAR donde la instrucción es que no intervenga en este tipo de contactos, y si lo hacen es para cancelar el penalti que equivocadamente haya señalado el árbitro en el campo. 

Cambios en las manos

Una de las cuestiones más polémicas son las siempre controvertidas manos. El pasado martes el estamento arbitral emitía una circular donde resume todas las situaciones posibles de la siguiente manera. Será considerada y sancionada como mano: 

• Mano voluntaria: «Cuando un jugador toca el balón de manera voluntaria con la mano o el brazo, por ejemplo, haciendo un movimiento en dirección al balón».
• Mano en posición antinatural: «Jugador que ocupa con su brazo/mano un espacio mayor, corriendo un riesgo y, como consecuencia de ello, corta el pase de un contrario, un disparo a portería, etc». Este tipo de manos abarca varios escenarios posibles. Primero cuando «Mano o brazo están claramente despegados y alejados del cuerpo» y segundo «Mano o brazo están claramente despegados por encima del hombro».

La gran pregunta que surge aquí, y como consecuencia de lo sucedido en temporadas anteriores, es respecto al término «antinatural». Algo que no deja de tener un carácter subjetivo. Algo que el propio estamento arbitral reconoce, de ahí que se ciñan a cuando ocupa un mayor espacio. Dentro de este abanico de posibilidades, quedan excluidos como sancionables aquellos balones llovidos del cielo y que golpean de manera involuntaria a un jugador en la mano o en el brazo. Aún cuando lo tenga un poco separado del cuerpo, no serán nunca sancionados. 

• Mano inmediata a gol, incluso si es accidental: «El jugador que logra el tanto marca gol directamente con la mano o el brazo, incluso si es de manera accidental».

Por el contrario, no se considerará mano cuando: 

• Mano en posición natural o pegadas al cuerpo: «Si la mano o el brazo están cerca del cuerpo y no se encuentran en una posición antinatural con la que se consiga ocupar más espacio»
• Manos apoyadas o hacia el apoyo: «Si la mano está apoyada o camino del apoyo. Mano como herramienta de soporte para mantener el equilibrio. Si el jugador cae y la mano o el brazo quedan entre el cuerpo y el punto de apoyo en el suelo, pero no alejadas del cuerpo hacia un lado o en vertical».
• Mano tras balón jugada por el propio jugador. «el jugador juega deliberadamente el balón y éste golpea su propia mano o brazo».
• Mano procedente de un despeje de un compañero de equipo: «Si el balón proviene directamente del despeje del compañero y el balón llega inesperadamente a otro defensor, impactando en la mano o brazo».
• Mano tras mano accidental e inmediata de un compañero: «Si el jugador marca gol inmediatamente después de que el balón le toque de manera accidental en la mano o el brazo a un compañero».
• Gol tras mano accidental no inmediata: «El jugador que logra el tanto después de que el balón le toque en la mano o el brazo de manera accidental, pero la acción no es inmediata porque se produce una conducción de balón durante una cierta distancia, un regate a un adversario, etc».

En cuanto a la hora de sancionarlas, no hay grandes cambios respecto a las manos que bloquean un remate a portería. Se mantiene el criterio ya empleado la temporada pasada donde sólo se sancionan las que supongan una ocasión manifiesta de gol con tarjeta roja. En este caso incluso si el golpeo es involuntario, y aún evitando una clara ocasión, se castigarán con tarjeta amarilla. 

Protección total ante el juego brusco

Otro de los principios donde van a seguir siendo inflexibles los árbitros está en la protección del jugador ante las entradas violentas. Aquí la directriz es clara: sancionar con tarjeta roja aquellas acciones donde se emplee una fuerza excesiva o se ponga en riesgo de lesión a un futbolista.

Será el árbitro quien deberá valorar una serie de elementos a la hora de decidir expulsar o no al infractor. Empezando por la zona del cuerpo con la que el jugador realiza la entrada: tacos, empeine, pierna, etc. También la zona del cuerpo donde se impacta al adversario: pie, tobillo, tendón de Aquiles, pierna, cuerpo, cabeza, etc., así como la intensidad de la acción, velocidad y fuerza empleada en la acción. Y, cómo no, el riesgo de lesión.

También aquí los saltos con los codos en la lucha por un balón dividido serán castigados con contundencia, como aquellas acciones de salto de un portero dentro del área que también ponga en peligro la integridad de un contrario. 

¿Cuando entrará o no el VAR?

Otra de las preguntas que todo el mundo se hace cuando empieza una temporada está en el grado de intervención del VAR durante un partido. El protocolo deja claro que sólo son cuatro: acciones de gol o no gol, penalti o no penalti, tarjeta roja y confusión de identidad. En las jugadas objetivas como fueras de juego no hay duda. 

La experiencia demuestra que si surgen muchas sobre donde está el límite de el árbitro de VAR para intervenir y llamar al colegiado a que vaya al monitor a revisar. Y la orden sigue siendo clara: «mínima interferencia, máximo beneficio». La responsabilidad es del árbitro de campo.

Precisamente en los fueras de juego por interferencia es donde el VAR sí puede actuar y avisar al árbitro de campo para que evalúe hasta qué punto afecta al grado de visión del portero. No presenta grandes novedades el apartado del fuera juego. 

Se seguirá alargando todo el tiempo perdido necesario 

El torneo masculino y femenino de los Juegos nos ha dejado unos alargues de encuentro de hasta quince minutos. Algo que, no en grado tan excesivo, venimos observando en nuestra competición desde hace unas temporadas. Dado que de momento FIFA no es partidaria del tiempo efectivo, como en baloncesto o balonmano, lo que sí es seguro que van a continuar con la línea emprendida temporadas atrás de alargar todo el tiempo que se haya perdido y solicitan además a los entrenadores y jugadores que ayuden en este aspecto. 

La nueva comunicación entre el árbitro y los capitanes 

Y el último elemento a tener en cuenta, y otra de las grandes novedades de la temporada implantadas ya en la reciente Eurocopa, tiene que ver con el diálogo que será posible entre capitanes y árbitros. Una interacción debe llevarse a cabo, según deja claro el CTA, desde el respeto mutuo Así queda claro en la circular a la que hacíamos referencia y ha tenido acceso THE OBJECTIVE: «Si este principio se quebrantase, el árbitro tomará las correspondientes decisiones disciplinarias. El resto de jugadores no pueden aproximarse a ningún miembro del equipo arbitral mostrando disconformidad con cualquiera de las decisiones tomadas. En caso de incumplimiento, serán amonestados»

Además, en dichas situaciones cruciales para el partido el propio cuarto árbitro, siempre que sus obligaciones se lo permitan, podrá ofrecer al entrenador principal información sobre la decisión tomada en el terreno de juego o sobre el progreso del chequeo que el VAR está realizando. Una explicación que será breve y después de que el árbitro principal lo haga con los capitanes. 

Además, van a ser inflexibles sobre el comportamiento en las áreas técnicas y en las revisiones de VAR. Por eso para esta nueva temporada, los árbitros tienen instrucciones claras sobre la necesidad de realizar un control eficiente de las áreas técnicas y de revisión. Tendrán que sancionar disciplinariamente a aquellos que protesten las decisiones arbitrales, hagan gestos ostensibles de desaprobación o penetren dentro del área de revisión durante el chequeo de la acción. 

Todas estas normas que explicamos en THE OBJECTIVE ya las conocen los principales implicados. El pasado martes tuvo lugar una reunión del estamento arbitral con todos los entrenadores, que completa la visita que los colegiados están realizando a los vestuarios de Primera y Segunda división.