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Toques de atención en Son Moix: el Mallorca avisa al Madrid y Carletto a sus jugadores

El empate ante los bermellones ha dejado con mal sabor de boca a los aficionados en el debut liguero del club blanco

Toques de atención en Son Moix: el Mallorca avisa al Madrid y Carletto a sus jugadores

El entrenador del Real Madrid CF, Carlo Ancelotti. | Fabio Sasso (Zuma Press)

Es pronto. Muy pronto para ponerse nervioso, pero el empate cosechado por el Real Madrid el domingo en Mallorca obliga a un mínimo periodo de reflexión. Es lo que tiene la eterna exigencia de la casa blanca mezclada con una plantilla de época: que los tuyos te lo van a pedir todo, y que los contrarios van a salivar cada vez que te vean tropezar.

Nada nuevo para el Madrid. Con el título de supercampeones de Europa aún caliente y sin ni siquiera habérselo ofrecido a sus aficionados, llega el primer brote de presión ambiental.

Momento ideal (con una semana libre por delante hasta enfrentarse al Valladolid) para que Carlo Ancelotti reorganice las ideas, todo el talento que tiene a su disposición y mantenga una charla pendiente con el grupo. En la noche dominical ya dejó alguna pista de por donde irán los tiros en esa conversación.

Carletto ‘saca las uñas’ 

Y es que el técnico italiano tenía un mosqueo morrocotudo en Son Moix. El motivo no fue otro que el exceso de confianza de su escuadra después de una notable primera parte: «hemos empezado bien, pero en la segunda nos faltó equilibrio. Si no tienes equilibrio atrás y concedes contragolpes y centros… ¡no ha sido un buen partido!».

Carlo se fue calentando a medida que avanzaba la comparecencia y citó las palabras malditas: «actitud y compromiso». Conceptos que echó en falta en sus jugadores y que no se molestó en disimular.

Fue una rueda de prensa de las de ‘sacar las uñas’. Dura y directa. Me recordó mucho a la que se produjo tras la última derrota del Madrid en Liga, allá por el mes de septiembre de 2023, contra el Atlético de Madrid. Entonces el toque de atención funcionó, y es evidente que Carletto ha preferido «ponerse una vez rojo antes que mil amarillo».

Aplaudo su actitud en este aspecto, aunque le faltó un cierto punto de autocrítica en una parcela que dependía exclusivamente de él: los cambios. 

Cambios tardíos

Levamos dos partidos oficiales y el 11 del Madrid ya podemos recitarlo de memoria: Courtois, Carvajal, Militao, Rüdiguer, Mendy, Tchouameni, Valverde, Bellingham, Rodrigo, Vinícius y Mbappé. El debate aparece con los cambios. Hasta el momento previsibles y, ante todo, tardíos.

Modric es la primera opción. Contra la Atalanta entró en el 75 y frente al Mallorca en el 67. Después (mucho después) llegan Brahím, Güller y Lucas Vázquez, que han participado en ambos encuentros pero que nunca entraron al terreno de juego antes del minuto 82 (en Son Moix en el 87). 

Siendo unas soluciones tan destacables, es lógico preguntarse si en un partido atascado como el del domingo deberían haber ayudado antes a un equipo al que se percibía que le faltaban piernas. Carletto sabe mucho. Muchísimo. Y conoce de sobra que tiene que mantener otro ‘equilibrio’ entre su plantilla. El de administrar los minutos de sus estrellas. 

A partir de aquí, el experimentado director técnico tiene dos opciones: mantener la calma y seguir con los mismos o introducir un cuarto mediocampista y sacrificar a uno de los de arriba (Rodrygo es el que tendría más papeletas).

Estamos aún en pañales como para pensar que esta circunstancia podría suceder de inmediato, pero las explicaciones en la sala de prensa de Mallorca sonaban a eso. A «u os ponéis las pilas o algo voy a tener que acabar retocando». 

Mantener la calma 

Desgranados los puntos a mejorar en este inicio de competición, desde el club se apuesta por «mantener la calma». Sello inconfundible en la institución, apoyado en los increíbles resultados logrados en las tres últimas temporadas y en la apabullante racha de 33 partidos invicto (casi una temporada completa) del equipo dirigido por Carlo Ancelotti.

«Fijarse en lo bueno y mejorar lo malo». Ese es el mantra que retumba en una ciudad deportiva donde, con tino, prefieren centrarse en el gran segundo tiempo contra la Atalanta, el trofeo supercopero, el notable primer tramo en Mallorca y la condición de invencibles desde septiembre de 2023 antes que en la mala segunda parte realizada en las islas. 

Una manera de proceder que apuesta por valorar positivamente el ‘aviso’ recibido. El próximo domingo, contra el Pucela en el Santiago Bernabéu, mediremos la capacidad de reacción del Real Madrid

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