Las peñas del Real Racing critican los clubes que «dificultan» el acceso de la afición visitante
La asociación ha centrado su atención en el próximo partido de los cántabros en Gijón, por la polémica de la semana
Desde Santander, la Asociación de Peñas Racinguistas (APR) ha expresado su preocupación por una tendencia que, aseguran, se está volviendo más frecuente en los clubes de La Liga: la dificultad para que los aficionados visitantes accedan a los estadios. Este lunes, la APR ha centrado su atención en el próximo partido del Racing contra el Sporting de Gijón, señalando una decisión que tildan de «inexplicable» por parte de los dirigentes del club asturiano.
En el encuentro que se disputará en El Molinón (Gijón), se ha reducido drásticamente el número de entradas disponibles para los seguidores visitantes, concretamente a 570 plazas. Esta medida ha causado gran descontento no solo en la APR, sino también en la Gradona de los Malditos, otro grupo de aficionados del Racing, quienes han manifestado su desacuerdo a través de un comunicado conjunto.
«Siempre hemos defendido un fútbol para los aficionados», afirman desde ambas asociaciones. Subrayan que el fútbol se vive tanto dentro del campo como en las gradas, y que un partido sin la pasión de los hinchas simplemente no es lo mismo. «Restringir el desplazamiento de las aficiones es limitar ese toque de pasión que el fútbol tiene y que, lamentablemente, LaLiga intenta recortar cada vez más», denuncian.
Polémica
En respuesta a esta situación, tanto la APR como la Gradona de los Malditos han hecho un llamamiento al Racing para que no siga «el mal ejemplo de los dirigentes del Sporting». Han solicitado que se envíen a la afición sportinguista las 1.200 localidades que Los Campos de Sport de El Sardinero pueden ofrecer como máximo para los visitantes, en un gesto de buena voluntad y respeto mutuo.
«Seamos un club ejemplar, respetuoso y señor con las aficiones que solo quieren ver al equipo de sus amores», concluyen, lamentando que el fútbol esté atravesando «momentos difíciles para los hinchas, especialmente para aquellos que apoyan a su equipo como visitantes». Esta situación ha resonado en el mundo del fútbol español, poniendo de relieve la necesidad de un debate sobre cómo gestionar la presencia y el trato a los aficionados visitantes en los estadios.