El Barça seguirá sin poder inscribir ni a Olmo ni a Íñigo Martínez a partir de enero
Los problemas del club azulgrana a la hora de gestionar su plantilla se multiplican, sin soluciones efectivas a la vista
El club azulgrana, que sigue con el límite salarial excedido, mantiene todavía su capacidad de inscripción bloqueada debido a la reversión que la Liga le impuso por los 145 millones de impagos que sufrió la venta de Barça Studios, cuya operación sirvió para inscribir a muchos fichajes dos temporadas atrás gracias al ingreso previsto de 200 millones. Pero, en realidad, solo han entrado 55 en las arcas del club azulgrana, hasta el momento.
Por tanto, el bloqueo que arrastra es de 60 millones hasta alcanzar la regla 1.1, que le facilitaría inscribir jugadores por la misma cantidad que ingrese por ventas de jugadores o ahorros en salarios. Por este motivo, al principio de esta temporada no pudo inscribir de manera convencional a su fichaje estrella del verano pasado, Dani Olmo, sino que lo hizo de forma parcial —solo una parte del contrato—, y provisional, —solo hasta el 31 de diciembre—, gracias a la excepción prevista en el artículo 77 de la normativa de fair play económico de la Liga, que permite una inscripción eventual para sustituir a un lesionado de larga duración con una baja mínima de 4 meses, como fue el caso del defensa danés, Andreas Christensen.
A pesar de que el Barça sufrió una nueva lesión grave, la del portero Ter Stegen, no se puede utilizar el 80 % de la ficha del guardameta alemán para inscribir a Olmo para el segundo semestre de la temporada por dos motivos. El primero es que el club solo tiene la capacidad de aplicar esa normativa de La Liga durante los 30 días siguientes a la lesión del futbolista, y ese plazo ya ha pasado; y la segunda razón es que el Control Económico del organismo no habría aceptado una doble inscripción, ya que fue destinada exclusivamente a incorporar al portero polaco, Wojciech Szczęsny, fichado hasta el 30 de junio de 2025 como parche de emergencia por la lesión de larga duración del portero alemán.
La directiva del Barça ha venido filtrando que la renovación y mejora del contrato con Nike, que expiraba en 2028, sería la llave para superar el bloqueo de inscripción, pero no ha resultado ser suficiente. La nueva vinculación con la marca de Oregón, con vigencia hasta el 2038, supondrá que, entre 2024 y 2028, el Barça reciba unos 45 millones más por temporada, pero en términos de fair play solo puede contar esta temporada con los diez millones de prorrateo de la prima de renovación porque los otros ya los tenía presupuestados.
Por tanto, el club azulgrana no puede, en estos momentos, inscribir a Olmo más allá del 31 de diciembre, dado que continúa teniendo un bloqueo en su capacidad de inscripción de unos 50 millones de euros por los ingresos contabilizados pero no cobrados de la palanca Barça Studios.
La directiva del Barça contempla otras alternativas para saldar esa «deuda». La más avanzada, según las declaraciones de su tesorero, Ferran Olivé, es la llegada de un nuevo inversor para Bridgeburg, la empresa de Barça Studios, que cubra parte de los 145 millones impagados, y que ha tenido que provisionar en el ejercicio económico de la temporada pasada, lo que provocó que lo cerrara con 91 millones de pérdidas. Con eso se conseguiría desbloquear la capacidad de inscripción y alcanzar la regla 1.1, pero una vez logrado eso debería vender algún jugador o conseguir un ahorro equivalente a la parte del contrato de Olmo pendiente de inscripción.
Además de Olmo, también está pendiente de inscripción definitiva a partir del 31 de diciembre la segunda parte del contrato de Íñigo Martínez, que está jugando estos meses gracias a su inscripción provisional para sustituir al lesionado Ronald Araujo, acogiéndose nuevamente a la excepción del artículo 77 de la normativa del fair play financiero de la liga.
Por este motivo, el club estaría poniendo a Ansu Fati, renovado hace tres años hasta 2027, en el mercado. El problema es que el futbolista sigue encadenando lesiones. La última, sufrida el pasado miércoles en el bíceps femoral de su pierna derecha, que le tendrá cuatro semanas de baja. Su ficha de diez millones, considerada alta teniendo en cuenta su poco rendimiento ofrecido en los últimos tiempos, es otro de los escollos. Pablo Torre, centrocampista suplente, es otro de los candidatos a salir en enero.
En fin, que a pesar de las palancas activadas y los activos futuros vendidos por Laporta, la inscripción de jugadores en el Barça sigue siendo un auténtico calvario, que hasta ahora se ha ido salvando in extremis. Veremos si la historia vuelve a repetirse.