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Valverde muestra el camino: las estrellas al servicio del colectivo

El centrocampista uruguayo ha demostrado que su capacidad de liderazgo puede ser justo lo que necesita el Real Madrid

Valverde muestra el camino: las estrellas al servicio del colectivo

El centrocampista merengue, Federico Valverde, durante el encuentro con el Leganés que supuso su debut como capitán del conjunto blanco. | Manu Reino (Zuma Press)

Hasta hace un par de semanas andaba igual de preocupado con el Real Madrid que el propio Ancelotti. De hecho, se me quedó grabada una reflexión del técnico italiano en la previa frente a Osasuna en la que afirmaba que «el problema del equipo no es de posicionamiento ni de estrategia, ni siquiera ofensivo, es defensivo» y apuntaba a tres conceptos que podrían dar un giro radical a la incipiente crisis de resultados: «sacrificio, concentración y un trabajo colectivo eficaz».

Difícil no coincidir con el experimentado Carlo en el diagnóstico. La falta de acierto en ataque me parecía secundaria. Con tal cantidad de pólvora los goles acabarían llegando (como así está siendo), pero la intensidad atrás y el espíritu grupal de hermanamiento tenían que ser igual de innegociables que la temporada pasada.

Quién sabe si la desgraciada racha de lesiones (a la que ayer se unió Vinicius) ha activado un clic solidario en la plantilla, o quizá las reuniones mirándose a la cara (con el Mister que tanto los ha defendido) de las últimas semanas han sido la clave. De cualquier forma, sus futbolistas han respondido en los dos últimos partidos con un notable cambio de actitud sobre el verde capitaneado (nunca mejor dicho) por el que es, hoy por hoy, el jugador más influyente en el estado anímico y futbolístico del vestuario: Federico Valverde.

Capitán de facto

Y es que Valverde, a pesar de ser el cuarto cabecilla del vestuario por detrás de Modric, Carvajal y Lucas Vázquez, ya ejerce como capitán madridista de facto. Con Luka participando en momentos escogidos y Dani y el gallego lesionados, Fede ha dado el necesario paso al frente que tanto se anhelaba. El domingo en Leganés, y debido a la unión de todas estas circunstancias, incluso lució el brazalete desde el inicio del duelo.

El Halcón es todo eso que pedía a gritos su entrenador: Si Ancelotti lo necesita en el doble pivote, ahí se sitúa. Si conviene más de extremo, se pega a la cal. Y si el equipo se queda sin laterales derechos, levanta la mano y retrasa su posición. Tal y como el uruguayo me confesó mano a mano en el postpartido de Butarque: «Me gustó mucho jugar ahí, me divertí y también aprendí. Siempre estaré a disposición de lo que necesite el entrenador».

Valverde es el capitán que ahora mismo necesita el Real Madrid.

«Me costó hasta dormir»

La semana pasada, en el contexto de un debate en el que me preguntaban quién ocuparía el flanco defensivo derecho del Real Madrid ante el atasco en la enfermería, y al afirmar yo que sería Fede Valverde, algún tertuliano malintencionado me soltó socarrón «veremos que opina Mina Bonino». 

Me molestó el comentario. Mina, la esposa del charrúa, se ha pronunciado en redes cuando algo no le ha parecido correcto, sí. Pero también ha apoyado y aconsejado a Fede desde el minuto uno de su carrera en el conjunto merengue con bastante tino a tenor de los resultados. Y además, las opiniones de alguien, por muy cercano que sea, son eso, opiniones. Lo importante es lo que el protagonista de la historia, en este caso Fede Valverde, demuestra sobre el terreno de juego. Y en Leganés no fue sólo lo futbolístico, hubo mucho más, y así me lo confesó entre bambalinas tras el duelo.

«Ser hoy capitán ha sido una locura. Hasta me va a costar dormir. Gracias a mis papás, a mi mujer y a mis hermanos y gracias a todos mis compañeros por la confianza que me han dado. La verdad es que estaba nervioso en la arenga, pero me ayudaron».

El reflejo de un todo

Dos detalles reflejan el volantazo actitudinal de la plantilla tras la mini-crisis de resultados motivada por las derrotas en El Clásico y la Champions contra el Milan: las cero intervenciones de Lunin ante Osasuna y Courtois frente al Leganés debido al ejercicio defensivo de sus compañeros, que ni permitían llegar al rival, y el primer gol del domingo por la tarde después de una presión asfixiante iniciada por los futbolistas de ataque (con Bellingham como principal exponente). 

Y es que, cuando Fede se remanga y muestra el camino, cunde el ejemplo, y las estrellas se ponen al servicio del colectivo. 

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