¿Qué le pasa al Real Madrid? Problemas y soluciones
La reciente mala racha del conjunto blanco exige un urgente cambio de estrategia a nivel técnico
Las causas de la debacle del Real Madrid son múltiples. En primer lugar, la plaga de lesiones ha diezmado al equipo y, sobre todo, ha desmontado la defensa titular. Las ausencias de Carvajal, Militao y Alaba han dejado la retaguardia muy mermada. El equipo ha encajado 20 goles en 18 partidos. Supone una media de más de un gol recibido por partido y con esta fragilidad defensiva es difícil ser competitivo.
Otros jugadores clave también han estado en el dique seco. Rodrigo (4 partidos), Courtois (6 partidos), Tchouameni (4 partidos) y los últimos en caer: Vinicius (baja contra el Liverpool y puede perderse 4 partidos más) y Camavinga, que ante el equipo red sufrió una rotura muscular en el bíceps, estará entre 2 y 3 semanas de baja. Eso supone que el tridente de oro formado por Vinicius, Mbappé y Rodrygo, llamado a arrasar, solo ha coincidido en el equipo titular en siete partidos de 18 posibles, saldados, curiosamente, con seis victorias y un empate.
Es significativo que las cuatro derrotas se han producido cuando no han concurrido en la formación inicial. Pero no siempre han sido las lesiones el impedimento, sino que Ancelotti no los ha hecho coincidir por decisión técnica en varias ocasiones, decidiendo dejar a Rodrygo en el banquillo para apuntalar el medio del campo con otro centrocampista más.
Los errores de planificación en la plantilla son la segunda razón. No se ha remplazado a los dos grandes constructores de juego, Kroos y Modric. El alemán se retiró y el croata quiere pero, con 40 años, ya no puede. De contar con dos metrónomos, dos directores de juego, a no tener ninguno que sepa cuando pausar y acelerar el juego, que organice una buena salida de balón, que junte al equipo con sus triangulaciones y, a la vez, rompa líneas de presión y dé profundidad con pases largos. No se ha fichado a ningún sustituto con ese perfil. En cambio, se ha incorporado a Mbappé, cuya posición ideal es la banda izquierda que ya estaba bien cubierta por Vinicius, el mejor jugador del Madrid la temporada pasada, cuando lo que hacía falta era un nueve, un rematador de área. El error es exigirle a Mbappé que marque diferencias como delantero centro cuando nunca ha brillado en esa posición y de ahí su brutal falta de confianza. Además, su desidia defensiva provoca constantes desajustes y, para liberarle, obliga a Ancelotti a prescindir del 4-3-3 para reforzar el centro del campo con un 4-4-2, que saca a Rodrygo del equipo.
Este verano, además, se dejó marchar a Joselu, un delantero centro nato y una buena solución como plan B. Tampoco se ha fichado a un central, cuando Alaba y Militao han tenido lesiones graves de ligamentos cruzados. Y su teórico suplente es, Vallejo, que no se sabe muy bien qué hace en la plantilla dado que nunca ha contado para Ancelotti. El año pasado estaba un contrastado Nacho, que cumplía como suplente de central y de lateral derecho cuando se le requería. Ahora sería un sustituto ideal para Carvajal y le evitaría a Ancelotti tener que sacrificar al centrocampista más en forma, Valverde, para ocupar esa posición. Al final, el desajuste de esas pequeñas piezas hacen que el puzzle no encaje.
Otro de los motivos son las dudas tácticas que está evidenciando Ancelotti. «Sin Kroos, tenemos que buscar otra forma de jugar», admitió a principio de temporada. Todavía no la ha encontrado. El equipo no tiene identidad, ni tiene automatismos. No sabe a qué juega, con una gran separación entre líneas, sin hacer bien la presión y facilitando que los rivales con jugadores de calidad, como el Barça, el Milan o el Liverpool, dominen cómodamente.
Otro de las causas es la ausencia de un líder en el equipo y la falta de actitud y sacrifico de unos futbolistas que se sienten estrellas y parecen tener la barriga muy llena de títulos. «Más que ganar, lo difícil es volver a ganar» dijo Guardiola.
Las soluciones podrían pasar por fichar en el mercado de invierno a un central que pueda actuar también de lateral derecho y un centrocampista creativo. Ancelotti debe definir mejor tácticamente al equipo. Dadas las bajas de Camavinga y Tchouameni, debería apostar a corto plazo por un 4-2-3-1, con Valverde y retrasando a Brahim en el doble pivote, como ha hecho Flick con Pedri en el Barça.
Da la sensación que el francés ha estado los últimos 3 años actuando a medio gas en una liga menos competitiva como la francesa, y en un PSG que jugaba para él, y ahora le está costando mucho ser él el que juegue para el equipo y en un campeonato mucho más exigente. De momento, sigue bloqueado. Y el Madrid, muy atascado.