La Superliga, la salvación de Florentino y Laporta
Tanto el presidente del Real Madrid CF como su homólogo culé ven crucial la creación de esta competición
Hace años que la UEFA se percató de que debía dar un vuelco a su formato de Champions y aumentar los ingresos destinados a los clubes, especialmente después de que la amenaza de la Superliga fuera más seria. Los dirigentes europeos observaron cómo el modelo había quedado obsoleto. Este año, se ha puesto en marcha el nuevo formato de la Champions League, ampliando el número de clubes participantes —de 32 a 36— y la fase de grupos, tal y como se conocía, ha desaparecido. En lugar de partidos de ida y vuelta, se ha implantado una liguilla de ocho jornadas contra equipos de diferente coeficiente, con cuatro partidos de local y otros cuatro como visitante.
Los ocho primeros acceden directamente a la eliminatoria de octavos de final a doble partido, mientras que del 8 al 24 deberán disputar una eliminatoria «extra» de repesca, de dieciseisavos. Los cambios en el formato van acompañados del aumento en el dinero a repartir. La UEFA ha incrementado los incentivos un 21% y distribuirá un total de 2.467 millones de euros entre los clubes participantes. El campeón puede embolsarse casi 200 millones.
Sin embargo, estas mejoras no han hecho abandonar el proyecto de la Superliga a Florentino Pérez y Joan Laporta. Tanto Barça como Real Madrid mantienen su modelo de propiedad como clubes sociales y les es imposible competir contra sus rivales, muchos de ellos Clubes Estado y sociedades anónimas, que pueden ir inyectando dinero con ampliaciones de capital.
Es por ello que los dos grandes del fútbol español se ven obligados a ir cubriendo sus presupuestos a base de «palancas», es decir, vendiendo ingresos futuros para compensar los gastos presentes, un modelo de gestión insostenible. Y por ello, siguen empeñados en organizar la Superliga que genere más audiencia y más dinero. El proyecto de A22, la empresa impulsora, no solo no está en vía muerta sino que sigue adelante y con avances muy significativos. Ya son unos 60 clubes los que han dicho que estarían dispuestos a participar en el proyecto, según Mundo Deportivo.
El formato de la Superliga se ha ido modelando hasta llegar al que parece será definitivo de una primera división de 16 clubs top (Star League) en la que estarían los mejores de las cinco grandes ligas europeas (España, Inglaterra, Italia, Alemania y Francia) y otros potentes de países como Portugal y Holanda. Además, habría un segundo grupo también de 16 equipos (Gold League) y un tercero de 32 equipos (Blue League) de los que cada año bajarían 20. El mérito deportivo en su liga sería el criterio clasificatorio, con ascensos y descensos.
Así, el campeón de la liga francesa estaría en la división top aunque no fuera uno de los grandes de Europa. O como ha sucedido este año en Alemania, que el campeón ha sido el Bayer Leverkusen. Recordemos que tanto el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) como el Juzgado Mercantil número 17 de Madrid avalaron la viabilidad jurídica de la nueva competición, que estaría organizada por los propios clubes al margen de la UEFA sin que el organismo futbolístico europeo pudiera tomar represalias en forma de sanciones a jugadores o clubes. Los dirigentes de A22 han percibido que los clubes ingleses, alemanes e italianos, que inicialmente se apuntaron al proyecto pero que luego se desmarcaron, vuelven a estar muy receptivos y dispuestos a formar parte.
Otro detalle que se está debatiendo internamente en A22 es la duración de la competición. Ahora en la división de los 16 top habría dos grupos de ocho que disputarían una liguilla de todos contra todos, que daría 14 partidos en esta fase, y los cuatro primeros de cada grupo disputarían la eliminatoria de cuartos de final a doble partido, lo mismo que en semifinales, y una final a partido único. En total, el campeón debería disputar 19 encuentros cuando en el formato actual de Champions son 17 como máximo.
En A22 están analizando si sería viable o deberían reducir el número de partidos atendiendo a la salud de los jugadores, con un calendario más saturado por la ampliación de competiciones, como la Nations League o el Mundial de Clubes. Los partidos se disputarían siempre entre semana, por lo que no afectaría a las ligas nacionales. Sin embargo, el presidente de la liga, Javier Tebas, se opone frontalmente al entender que los clubes participantes de la Superliga todavía serían más potentes económicamente sobre el resto de clubes y la Liga española perdería interés, ya que no decidiría de la misma forma el criterio de clasificación para competiciones europeas.
Los plazos para el inicio de la competición se siguen manteniendo para septiembre de 2025 o de 2026. Y la competición sería retransmitida por una sola plataforma a nivel mundial que daría cabida a patrocinadores globales y también nacionales gracias a la posibilidad de geolocalizar al espectador para cada país y personalizar la publicidad.
En fin, que Laporta y Florentino siguen cogidos de la mano en este proyecto que consideran imprescindible para asegurar la viabilidad económica del Real Madrid y del FC Barcelona y poder seguir la estela de sus máximos competidores europeos.