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Fútbol

La futura revolución en el fútbol: cambiar la ley de venta centralizada 

Sobre la mesa, la opción de modificar el órgano de control, y entraría la venta conjunta de los derechos del fútbol femenino

La futura revolución en el fútbol: cambiar la ley de venta centralizada 

Una cámara de televisión durante un partido de fútbol de La Liga. | Edu Del Fresno (Zuma Press)

El Consejo Superior de Deportes está estudiando el cambio normativo de una de las leyes (bajo el formato de Real Decreto) más importantes en la historia del deporte español. Una ley que acabó con los reinos de Taifas que existían en el fútbol profesional español durante las últimas décadas del siglo pasado y la primera del actual. Una batalla audiovisual que alcanzó a las cuotas de los gobiernos que entonces estuvieron al frente y que provocó unas distancias siderales en los ingresos de televisión entre los más grandes y los más pequeños. 

Pero todo cambió con la ley que emprendió el entonces Secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, junto al presidente de LaLiga, Javier Tebas, que antes había creado un embrión con el G30 donde buscaba defender los derechos en materia audiovisual de los más pequeños. Los dos apostaron por buscar una negociación colectiva y conjunta de los 42 clubes del fútbol profesional, para seguir el modelo exitoso de otras ligas europeas como la Premier League. 

Mucho tiempo de negociación hasta su nacimiento 

No fue nada fácil porque este nuevo escenario suponía que Real Madrid y Barcelona especialmente, además de clubes como Atlético de Madrid o Athletic Club de Bilbao; debían renunciar aparte de su parte del pastel. Y eso exigió meses de negociaciones hasta que la ley empezó a gestar su embrión. En donde además habría un espíritu colectivo repartiendo un porcentaje de los ingresos globales en otras instituciones como la RFEF o el CSD. En el caso de la Federación Española de Fútbol, además parte activa con la negociación de sus dos competiciones: Copa del Rey y la Supercopa. 

El 30 de abril del 2015 vio la luz el Real Decreto de venta centralizada cuyo objeto, según recoge el propio texto legal, «es establecer las normas para la comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de competiciones futbolísticas correspondientes al Campeonato Nacional de Liga de Primera y Segunda División, a la Copa de S.M. el Rey, a la Supercopa de España y al resto de competiciones de ámbito estatal, tanto masculinas como femeninas, organizadas por la Real Federación Española de Fútbol; así como fijar los criterios para la distribución de los ingresos obtenidos entre los organizadores y participantes en las mismas».

Un fútbol en estado de alarma

Una ley que, además de un reparto más equitativo e igualitario del dinero entre los clubes, era un soplo de aire fresco en las cuentas de un gran número de ellos acuciados por las deudas: Seguridad Social, Hacienda, impago a jugadores, etc. Según datos aportados por el propio Miguel Cardenal, entonces los clubes españoles acumulaban cerca de 4.000 millones de euros de deuda, el 70 por ciento había pasado por un concurso o estaban abocados a la liquidación. Un modelo colectivo que ha permitido incrementar los ingresos de televisión hasta los 1500 millones que repartieron la temporada pasada 2023-2024, según los datos aportados por la propia Liga.

El nuevo texto fijaba los pilares del nuevo reparto, donde «El 90% de los ingresos se asignan a los clubes y entidades participantes en la Primera División del Campeonato Nacional de Liga y el 10% restante a los clubes y entidades de la Segunda División».

Además, es a la propia Liga a quien se le concedió la potestad del reparto de estas cantidades en cada categoría conforme a una serie de criterios. Un porcentaje se distribuirá entre los participantes de cada categoría a partes iguales. La cantidad a repartir será del 50 por 100 en la Primera División y al menos el 70 por 100 en la Segunda División. Según la misma ley, la cantidad restante tras detraer la partida señalada anteriormente se distribuirá entre los clubes y entidades de cada categoría de forma variable. Cada mitad de esta cantidad se repartirá atendiendo a cada uno de los siguientes criterios: Los resultados deportivos obtenidos además de la implantación social. 

Según todos estos parámetros, el Barcelona fue el equipo que más ingresó en primera división la pasada temporada con un total de 162 millones de euros. Tres más que el Real Madrid, el segundo en la lista. El tercer puesto del ranking fue para el Atlético de Madrid con 117 millones de euros. El Almería, actualmente en Segunda división, fue el club que menos ingresó la pasada temporada en la máxima categoría, con un total de 42 millones. Entre medias, el resto de clubes con márgenes especialmente entre los 50, 60 y 70 millones. 

Pero esta nueva ley fijó también hasta un 2,5% del total que se destina a un Fondo de Compensación para los equipos que pierden la categoría. De este porcentaje, un 90% para los equipos que descienden de Primera división, y el 10% restante del 2,5% inicial para los que bajan de Segunda y abandonan el fútbol profesional. Además, un 2% se concede a la RFEF como contribución solidaria al desarrollo del fútbol aficionado y de las infraestructuras federativas, así como a la mejora de la competitividad de las categorías no profesionales. Y otro 3% al CSD (Consejo Superior de Deportes) para ayudar al deporte olímpico y no profesional, además de otras partidas.

La clave está en el órgano de control 

La citada ley determinó la recreación dentro de la propia Liga de un órgano de control de la gestión de los derechos audiovisuales, con distintas competencias como la gestión de la comercialización y explotación de los derechos audiovisuales, además del control, revisión y auditoría de la gestión comercial y de los resultados económicos derivados de la explotación y comercialización conjunta de los derechos audiovisuales. 

Un órgano cuya composición establece la propia normativa que se renovará cada temporada y que integran actualmente los dos clubes que más ingresos hayan recibido en los cinco últimos años por televisión (actualmente son Real Madrid y Barcelona), otros dos clubes elegidos por votación, un club elegido de Segunda división y el presidente de LaLiga, Javier Tebas, cuyo voto dirime los posibles empates en las votaciones. El CSD y la RFEF son convocadas para las reuniones con voz pero sin voto. También pueden ser convocados en esta misma condición Agencia Estatal de Administración Tributaria y la Tesorería General de la Seguridad Social como acreedores públicos, en tanto alguno de los clubes o entidades participantes, tengan importes pendientes de pago ante alguna de las citadas administraciones

Si bien estamos hablando de un embrión, y conforme a la información que tiene en su poder THE OBJECTIVE, se explica en la inclusión de la Liga profesional femenina en esta venta colectiva de los derechos de televisión. Algo que hasta ahora ha gestionado directamente y según criterios de reparto normativo existentes como en el fútbol masculino.

El cambio pasaría por una alteración de este órgano de control como responsable de vigilar y de llevar a efecto los criterios de reparto de la norma. ¿Eso qué supone? ¿Qué no sería LaLiga quien controlaría el reparto? ¿Habría más intervención desde el Gobierno? Una reestructuración que, de llevarse a efecto, tendrá la clara oposición de los clubes de LaLiga. Porque, y según fuentes consultadas por este medio, entienden que no puede ejecutarse sin el consenso mayoritario de los clubes del fútbol profesional. Hay quien incluso ve detrás de esta maniobra una actuación del Real Madrid, que históricamente siempre ha defendido el cambio de este modelo normativo.

Estamos sólo ante un embrión que, además, y tratándose de un Real Decreto, debe ser ratificado en el Parlamento. Pero que, de llevarse a efecto, veremos en que grado y cómo cambia respecto a la actual. Una de las leyes más importantes en la historia del fútbol profesional español. 

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