Vinicius prepara su respuesta
El brasileño espera redimirse frente al Arsenal FC en Champions tras los pitidos recibidos en el Bernabéu

Vinicius Jr. visiblemente decepcionado tras fallar una ocasión de gol frente al Valencia CF. | Alberto Gardin (Zuma Press)
Esta noche en Londres, el Madrid se verá frente a frente con el Arsenal de Mikel Arteta en el, hasta ahora, encuentro más importante de la temporada. Lo lógico sería plasmar por aquí las altas y las bajas, el posible 11 que Ancelotti tiene en la cabeza o refrescar los antecedentes históricos contra el conjunto inglés, pero lo cierto es que entre el madridismo se le sigue dando vueltas a lo acontecido con Vinicius en el partido contra el Valencia del fin de semana.
Unos silbidos que partieron de su propia afición y que voy a tratar de explicarles detalladamente, ya que los viví in situ.
El penalti de los 50 euros
Parece sorprendente que en una temporada en la que Vinicius acumula 20 goles y 13 asistencias (sus mejores guarismos a estas alturas), el brasileño se haya convertido, últimamente, en el foco de los reproches. Y es que con 33 tantos producidos, Vini se encuentra a sólo una acción de gol de igualar sus registros de la pasada campaña (24 y 10). Pero es que esto no va de números. Va de sensaciones. Y las que tuvo el exigente Chamartín para con su estrella el pasado sábado no fueron las mejores.
Transcurría el minuto 11 de duelo cuando Kylian Mbappé sufrió un penalti que decidió patear el 7. En aquel momento una parte de mí entendió al canarinho (necesitaba sacarse la espina del Metropolitano con aquel penal a las nubes y así pasar página), pero debo confesar que otra se sorprendió. Hace no tanto, el 22 de enero tras recibir el MVP contra el Salzburgo, Vinicius nos confesaba que iban a «ayudar a Mbappé para que fuera pichichi en todas las competiciones».
Sea como fuere, Mamardashvili, el portero georgiano del Valencia, olió la sangre y, tal y como nos confesó en la zona de entrevistas, decidió poner nervioso a Vinicius para hacerlo fallar de nuevo: «Le pregunté si quería jugarse 50 euros y me dijo que sí. Se lo paré y gané, pero aún no me ha dado el dinero».
Triple pitada
Quien sí que se cobró su deuda con Vini fue el Santiago Bernabéu, y lo hizo en forma de pitos. No fueron estruendosos ni mucho menos generalizados, pero sí que se pudieron sentir hasta en tres ocasiones.
La primera en el minuto 22 cuando al habilidoso extremo le salió un mal centro con la pierna izquierda. La segunda en el 38’, al tomar una mala decisión mientras trataba de ganar la línea de fondo. Y la tercera durante su sustitución.
Fueron pitos tímidos, de una minoría y acompañados de murmullo, pero fueron pitos. Si me lo permiten, tras 15 años acudiendo a cada partido del Madrid como local en su estadio, creo saber por donde iba el socio de Concha Espina. Eran sonidos «de aviso», de esos que te dicen «puedes darnos mucho más y no nos lo estás dando». Eran silbidos que gritaban «espabila y lidera este equipo, que te necesitamos».
Y dieron resultado. Por lo menos a nivel individual. En el segundo acto Vinicius salió enrabietado. Peleó cada balón, forzó un córner, y en ese mismo saque de esquina hizo su gol.
¿Son justos?
Llegados a este punto cabe preguntarse si tomarla con Vinicius es de ley, pero también por qué hemos llegado a este punto. Y no hay una verdad absoluta. Está repleta de matices. Por un lado, no parece justo darle caña sólo a Vini, después de haber liderado la remontada contra la Real Sociedad con dos asistencias colosales y de haber marcado el único gol de la contienda contra el Valencia. Por el otro, es de una lógica aplastante que los seguidores aprieten y reclamen más al que piensan que es la estrella, o una de las estrellas de su equipo.
Y ahí llega uno de los importantes matices: ¿Se considera Vinicius la verdadera estrella del Madrid? Porque sería imposible negar que la llegada de Kylian Mbappé ha repartido los roles como cabeza de cartel en el vestuario blanco. Igual de inviable que obviar que la pérdida de un Balón de Oro cantado y las mareantes ofertas de Arabia pueden distraer a cualquiera.
Ahí está el trabajo a desempeñar por Vini. El brasileño tiene que olvidarse de todo aquello que pudo ser y no fue, focalizarse y disfrutar del presente. Y el presente se llama Arsenal, Champions y Etihad. No hay mejor contexto para responder y demostrar que no mereces esos pitos.