La gloria y el exceso de euforia
El FC Barcelona está viviendo su mejor racha de la última década, pero confiarse demasiado puede frenar esa inercia

Lamine Yamal y Hansi Flick durante un partido de liga contra la Real Sociedad. | Matthieu Mirville (Zuma Press)
Si te gusta el buen fútbol tienes que admirar a este Barça, que encadena actuaciones espectaculares. Hay que quitarse el sombrero ante el maravilloso trabajo que está haciendo el entrenador alemán, Hansi Flick. Qué manera de jugar al fútbol. Es un juego combinatorio y vertiginoso, vertical, directo, enérgico, sin especulaciones, en el que todos los futbolistas se implican en ataque para generar siempre superioridad numérica, con un tridente ofensivo completado por Lamine, Lewandowski y Raphinha, delanteros de diferente perfil, que se complementan y forman una máquina goleadora.
Defensivamente, Flick está demostrado ser un gran estratega. Su Barça neutraliza las virtudes del rival, recupera el balón muy pronto gracias a una efectiva presión post-pérdida, y le deja sin espacios, recortándole el campo con una defensa muy adelantada. Además de esos conceptos tácticos tan bien trabajados, Flick ha conseguido inocular los valores competitivos más esenciales a sus jugadores, como el compromiso, el orgullo, la solidaridad o la ambición. Y, además, ha logrado dotar de una extraordinaria condición física a un equipo que era más técnico que resistente.
Otra de las claves de este majestuoso Barça es Pedri. Posiblemente, el mejor centrocampista del mundo en la actualidad. Ha pasado de ser un jugador intermitente, que se perdía cuatro de cada diez partidos por lesión, a jugarlo todo y encadenar 30 partidos consecutivos esta temporada. A pesar de ser un centrocampista de toque y construcción de juego, es llamativo que sea el jugador con más recuperaciones en liga y Champions, con una media de casi siete por partido.
Es el segundo jugador de Europa con más pases buenos completados en campo contrario, con un 90% de acierto. Y es de los que más corre, promediando 11,5 kilómetros por partido. Además, esta es su temporada con más asistencias. Lleva seis. Y con cinco goles marcados, está muy cerca de igualar su temporada más realizadora, en la que sumó siete dianas hace dos temporadas. Y lo más meritorio es que lo está consiguiendo desde una posición táctica más lejana del área rival respecto a años anteriores. Datos que demuestran que Pedri es, sin duda, el centrocampista más determinante del momento.
Flick también ha sacado la mejor versión de Balde, ha recuperado al mejor De Jong, ha potenciado a Raphinha, ha rejuvenecido a Lewandoski, ha consolidado a Koundé y le ha insuflado confianza a Ferran Torres, convertido en el revulsivo ideal. Y lo más importante, está puliendo a la gran perla del fútbol mundial, Lamine Yamal, que con solo 17 años ya está considerado un supercrack.
Históricamente, el Barça ha necesitado ser muy superior al resto y bordar el fútbol para ganar grandes títulos, y esta temporada lleva una trayectoria que recuerda al Barça de los tripletes de Guardiola, en 2009, y de Luis Enrique, en 2015. Los títulos se acaban decidiendo por detalles y sería temerario vender la piel del oso antes de cazarlo. En el momento más decisivo de la temporada, el equipo de Flick va camino de la gloria, pero sería temerario dejarse llevar por un exceso de euforia antes de tiempo. En la Champions hay grandísimos rivales como el Inter, que solo ha encajado 3 goles en 11 partidos, dejando 8 porterías a cero, y sufriendo una única derrota.
Por otra parte, Luis Enrique ha conseguido formar un PSG muy potente, que le metió 4 al City de Guardiola, eliminó al ‘Superliverpool’ y va camino de cargarse al Aston Villa, sin descartar al Arsenal de Arteta que también juega muy bien al fútbol. Una inesperada eliminación gunner supondría una resurrección del Real Madrid que recuperaría el prestigio y la credibilidad. Pase lo que pase el martes en el Bernabéu, es de esperar que los de Ancelotti mejoren su competitividad en la final de la Copa del Rey y luchen por la liga hasta el final. Todavía hay mucha tela que cortar. Lo que tendría guasa es que la que iba a ser la temporada del «septete» del gran Real Madrid de Mbappé acabara siendo la del póker de títulos del Barça de Pedri. Aunque para que eso suceda tienen que pasar todavía muchas cosas en este apasionante final de temporada.