Marruecos insiste en arrebatar a España la final del Mundial
Aunque será FIFA quien tenga la última palabra, Marruecos sigue aprovechando todas las oportunidades que tiene

Estadio Hasan II.
Mientras en el fútbol español no salimos de un enredo para meternos en otro, el presidente de la Federación Marroquí y miembro del Consejo de FIFA, Fouzi Lekjaa, eligió el congreso considerado por muchos como el más influyente de la industria fútbol mundial, World Football Summit (WFS), para insistir en la intención de su país en albergar la final del Mundial 2030.
Aunque será FIFA quien tenga la última palabra, Marruecos sigue aprovechando todas las oportunidades que se le presentan para mostrar al mundo el ambicioso proyecto del Stade Hassan II de Casablanca y rivalizar así con el Santiago Bernabéu y el Camp Nou el encuentro que cerrará esa cita mundialista que unirá los dos continentes dentro de cinco años.
Seguramente para poder poner esas credenciales en escena, Rabat apostó por acoger la primera edición africana de WFS, un foro con acento italo-español, fundado por la navarra Marian Otamendi y el romano Jan Alessie, que se está convirtiendo en la plataforma referente del balompié mundial, no obstante su última parada en la capital marroquí es solo un reflejo de una expansión internacional que le ha llevado desde sus albores en Madrid, hasta ir conquistando continentes con paradas en Arabia Saudí, México o Hong Kong.
Ausencia de la RFEF
Durante uno de los paneles más destacados, el gran patriarca del fútbol de su país, y al mismo tiempo Ministro de Presupuestos de Marruecos y responsable de finanzas de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), Fouzi Lekjaa, reiteró su deseo de que la final de la Copa Mundial de FIFA 2030 se celebre en Marruecos, una aspiración a la que tuvo que dar amistosa replica el Embajador de España, Enrique Ojeda Vila, defendiendo el coliseum blanco o azulgrana como escenarios naturales para el partido decisivo del torneo, ante la ausencia de representación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tras excusarse su presidente Rafael Louzán y no enviar a nadie en su lugar.
El nivel de ambición marroquí quedó patente con la presentación del impresionante proyecto del Stade Hassan II por parte de François Clément, Presidente de Populous, el mega estudio de arquitectura encargado de crear una instalación de vanguardia que contará con un aforo para 115.000 personas, convirtiéndose en el estadio de fútbol más grande del mundo y según las palabras del propio Clément, un referente para Marruecos, África y a nivel mundial.
Alianza y competencia entre España y Marruecos
“La alianza entre España y Marruecos para el Mundial 2030 representa una oportunidad histórica para ambos países, pero también una sana competencia por protagonismo», afirmó en una de sus intervenciones Jan Alessie, cofundador y Director General de World Football Summit, quien añadió que “con una estimación de 5.000 millones de euros de aportación al PIB español y la creación de 80.000 empleos, está claro que albergar partidos clave como la final juega un papel crítico en el éxito económico del torneo.
El diálogo entre instituciones españolas y marroquíes que hemos visto estos días en Rabat es fundamental para maximizar los beneficios para ambas naciones».
El debate sobre cómo Marruecos y España pueden complementarse para ofrecer un Mundial 2030 excepcional fue uno de los hilos conductores del evento, con sesiones sobre la construcción de nuevas infraestructuras, logística transfronteriza y estrategias de promoción conjunta que beneficien a ambos países.
La presencia española fue notable durante todo el evento, con representantes de LaLiga, FC Barcelona, Villarreal CF y Sevilla FC participando activamente en las conversaciones sobre colaboración intercontinental, aunque se echó de menos esa representación de una RFEF que no parece estar sobrada de crédito internacional ante todos los escándalos que vienen manchando la imagen del fútbol español en los últimos tiempos.
La figura más cercana al ente federativo que participó en la convención fue quien fuera seleccionador español femenino y campeón del mundo, Jorge Vilda, actualmente responsable de la selección femenina marroquí, tras su abrupta salida de la RFEF con el ‘escándalo Rubiales’, aunque con una indemnización cercana a los dos millones de euros.

FIFA decidirá la sede de la final
La innegable influencia de Fouzi Lekjaa en FIFA es uno de los grandes valores que presenta la candidatura de Casablanca para acoger el partido más preciado de la cita mundialista de 2030. La relación personal con Gianni Infantino del considerado por muchos el hombre más poderoso del fútbol africano, hace que los marroquíes cada vez crean más en sus opciones de arrebatar a España una final que en condiciones normales no debería escaparse del Santiago Bernabéu o, en su defecto, del Camp Nou.
Sin embargo, mientras el país africano muestra sus fortalezas al mundo en foros como WFS, España sigue exhibiendo debilidades.
Al reciente escándalo desatado con la polémica y opaca exclusión de Vigo como sede mundialista, se ha sumado el último golpe que la propia FIFA ha dado a la RFEF, al desacreditar al arbitraje español con la ausencia de colegiados de campo de nuestro país en el próximo Mundial de Clubes. Igual alguno se consuela viendo que los marroquíes tampoco pisarán el césped de esa cita, pero la realidad es que es otra muestra de la escasa fuerza federativa actual, que contrasta con aquellos tiempos en los que Ángel María Villar presidía la comisión de arbitraje del máximo organismo del fútbol mundial hasta ser sustituido por Pier Luigi Collina en 2017.
España tiene tiempo para recuperar el terreno perdido y quizá sigue por delante, pero no puede ni debe perder sus oportunidades. WFS volverá a dar una y esta vez será en casa porque, tras pasar por Monterrey y Hong Kong, el próximo 15 de octubre llegará a Madrid. Veremos si la RFEF acude y por entonces han cicatrizado las heridas que vienen dejando las batallas intestinas entre el frente formado por el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes, y el del Real Madrid, Florentino Pérez, contra el de La Liga, Javier Tebas, y el de la RFEF, Rafael Louzán. De momento en eso Marruecos también nos gana, porque el fútbol y el gobierno allí si van de la misma mano, la del misterioso y todopoderoso Fouzi Lekjaa.