Güler le da la vuelta: de la presión turca a la pasión turca
La joven estrella ha demostrado que tiene paciencia para chupar banquillo; ahora es su momento para brillar

La joven estrella turca del Real Madrid, Arda Güler, celebrando un gol. | Alberto Gardin (Zuma Press)
Fue sonora, discreta y unánime. Sin gritos, sin aspavientos. Sólo palmas chocando al unísono. Una ovación elegante con la que el Santiago Bernabéu quiso premiar a un niño de 20 años cuando se acercaba a la esquina del córner en el minuto 56. Un reconocimiento para aquel que los había levantado de sus asientos con un golazo por la escuadra y una asistencia a Mbappé categoría premium. Una manera, al fin y al cabo, de dar las gracias a Arda Güler por ofrecer algo ilusionante en este final de temporada.
Y es que en este último mes de competición el turco está siendo el mejor. Decidió el partido contra el Getafe con un derechazo que supuso el gol de la victoria. Saltó al campo en la final de la Copa del Rey para asistir a Tchouaméni y poner momentáneamente al Madrid por delante del Barça y maravilló a todos este domingo en Chamartín con una actuación sublime.
Ahora cabe preguntarse si su espectacular momento de forma será suficiente para que Carlo Ancelotti le conceda la titularidad en El Clásico del próximo fin de semana en Montjuic. Algo complicado de asegurar si tenemos en cuenta la oscilante relación entre ambos durante la presente campaña.
«Tiene que chupar banquillo»
Carletto es de la vieja escuela y no se molesta en disimularlo, así que, preguntado por el gran momento que atraviesa Güler, volvió a evidenciarlo: «los grandes jugadores tienen que chupar banquillo para ser titulares indiscutibles en el Real Madrid. Güler lo ha chupado bien este año y por eso ha progresado».
El tono mientras Ancelotti nos lo contaba en la sala de prensa era de maestro benevolente, pero la lección que encerraba todo aquello era de las duras de asumir para un joven y talentoso futbolista. Conociendo como conozco al italiano creo que quiso decir algo así como que aquí no basta con ser bueno, conmigo hay que adquirir experiencia hasta ser decisivo y poder sacar del 11 a uno de los que recorrió ese camino antes que tú y, por tanto, tiene más galones.
Se me ocurren Rodrygo y Vinicius como ejemplos más claros. Curiosamente, los dos están peor que Güler en la actualidad, y coincide también que tuvieron que chupar banquillo hasta que Ancelotti les acabó concediendo la titularidad a ambos. Puede que los métodos de Carletto nos gusten más o menos (de hecho pienso que Arda se ha merecido muchos más minutos), pero son coherentes.
El Güler de septiembre
Carlo no se cortó en ninguna de las tres preguntas que los periodistas le planteamos sobre el otomano en el post partido contra el Celta. Entre los porqués de sus continuas suplencias también se encuentran sus diferentes estados de forma: «el Güler de septiembre no es el mismo de hoy», desveló. «Ha cambiado mucho su perfil físico. En cuanto a la calidad, mantiene la misma».
Analizando al Arda de comienzos de curso, se puede comprobar que Ancelotti trató de darle muchas oportunidades en los tres primeros meses de disputa. Entonces, hacia finales de año, comienza a desaparecer de las alineaciones progresivamente hasta sufrir un comienzo de 2025 donde los meses de enero, febrero y marzo fueron prácticamente testimoniales. El horrible comienzo del equipo en 2025 seguro que no ayudó, pero hay un factor determinante en sus repetidas suplencias: la incesante presión de su entorno.
La presión turca
Cuestionado por Güler en el mes de febrero, Carletto tiró con bala: «no hay caso Arda, pero él pasa mucho tiempo con otras personas y no sé si tienen mi misma idea». Aquello lo interpretamos como lo que era, un palo estratósferico al entorno del internacional turco para que dejasen de presionar en los medios y, de paso, de meterle pájaros en la cabeza.
Es importante poner contexto al asunto. Y es que Arda, en Turquía, es un semidiós. Estrella por la que se peleó lo más selecto del panorama futbolero hace dos veranos, protagonista de todas las campañas publicitarias, líder de una selección donde se corona cada vez que la defiende e ídolo de los jóvenes. Al entorno turco le cuesta entender por qué Ancelotti lo utiliza tan poco aunque, según el propio Carletto, han ido comprendiendo que ese no es el camino: «veo a Arda con menos presión y responsabilidad, está más tranquilo. Hace un par de meses he tirado un palo a los que estaban a su alrededor… Ahora tengo que felicitarles, porque creo que han hecho un buen trabajo».
Ironía on de Ancelotti, que está ahí dentro y sabe de lo que habla, pero que, una vez aleccionado el chaval y avisada su gente debe de ser consciente de que Arda, hoy por hoy, está para ser titular. Por el nivel que da y porque mejora al equipo.
Una vez despojada la presión… ¡sea bienvenida la pasión turca!