La liga de Lamine y la Masía es el espejo del Madrid
«Esta liga debe servir también para recordar y reconocer el esfuerzo y la profesionalidad de técnicos y especialistas»

El jugador del Barça Lamine Yamal.
El Barça acabará completando una temporada excelente, adjudicándose un triplete de títulos nacionales (Liga, Copa y Supercopa) ganados al Real Madrid de Mbappé. No cabe duda que el trabajo de Hansi Flick ha sido magnífico, implantado una arriesgada apuesta táctica y valiente que, a pesar de parecer exageradamente arriesgada, ha resultado ser de lo más atractiva y eficaz. Pero el auténtico protagonista de esta temporada es Lamine Yamal y el papel de la Masia. El chaval, que ha explotado con 17 años, ha pedido turno para sentarse a comer en la mesa de los mayores cracks. Ha marcado las diferencias en los momentos claves de la temporada y ha acabado liderando a un equipo que, a partir de los rasgos del estilo Barça: presión, posesión y posición, ha sabido ejecutar un fútbol ofensivo, rápido, vertical y valiente, con una defensa adelantada, que ha ahogado a los rivales.
La aparición de Lamine Yamal no ha sido producto del azar sino que es el resultado de un espléndido trabajo de formación realizado por los responsables de la Masia durante los últimos años. Además del delantero de Rocafonda, Flick se ha encontrado a una espléndida generación de canteranos formados en la Masía: Balde, Cubarsí, Olmo, Fermín, Gavi, Marc Casadó, Marc Bernal o Eric García, además de Pedri y Araujo, detectados e incorporados siendo niños.
Y, ahora, visto el éxito deportivo, es justo reconocer el acierto y el espectacular trabajo del Staff formativo y de Scouting encabezado por Jordi Roura y Aureli Altimira durante los últimos años y que, sin embargo, fueron despedidos por Laporta, que arrasó con todos los ejecutivos que había en el club aunque hubieran demostrado una valía incontestable, en lo que hoy parece una decisión absolutamente disparatada. Gracias a la labor de Roura y Altimira, el Barça dispone hoy de un patrimonio deportivo y económico brutal. Solo Lamine Yamal y Pedri tienen un valor de mercado de 180 y 120 millones de euros, respectivamente, según Transfermarkt.
Ya sucedió en su primera etapa como presidente. Laporta llegó despotricando de la herencia que recibió y resultó que en ella se encontró a Messi, Iniesta, Xavi, Puyol o Valdés, la generación de canteranos que protagonizó la etapa deportiva más gloriosa del club. Ahora, en su vuelta a la presidencia, se ha repetido la historia.
Paradójicamente, la suerte para el Barça es que estos jugadores canteranos que ahora triunfan en el primer equipo han tenido su oportunidad gracias a que una parte importante de los 25 fichajes, que costaron cerca de 333 millones de euros, realizados por Laporta en sus cuatro años no triunfaron, añadido a que su pésima gestión económica, con palancas fallidas, que han arrastrado al club a las pérdidas y al incremento de deuda, han supuesto la indisponibilidad de margen salarial y frenar la espiral de fichajes sin sentido, como el de Vitor Roque, como ejemplo más paradigmático.
Ya ocurrió lo mismo en su anterior presidencia, cuando explotó el equipo de Messi fruto de otra enorme y brillante etapa del fútbol base anterior al aterrizaje de Laporta, cuyo staff fue purgado por el presidente con el resultado de que, hasta volver a poner la rueda de la Masía en funcionamiento, pasaron años sin apenas jugadores de provecho, solo Sergi Roberto.
Esta liga debe servir también para recordar y reconocer el esfuerzo y la profesionalidad de técnicos y especialistas cuya obra, ha sido clave para dar sentido al verdadero modelo de club azulgrana, al que ahora le salen imitadores.
Da la sensación que el Real Madrid se ha dado cuenta de que ha equivocado su estrategia y, curiosamente, ahora quiera imitar al Barça. Han contratado a Xabi Alonso, un entrenador con una filosofía más ofensiva al que le gusta que sus equipos tengan más protagonismo con la posesión del balón, quieren contratar a jugadores españoles jóvenes como Dean Huijsen y Álvaro Carreras para ver si encuentran a su «Pedri» y ya anuncian que miraran más a su futbol base para apostar por una base de canteranos que sientan más los colores. Parecen que desde las oficinas del Bernabéu se hayan mirado en el espejo del Barça.