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Fútbol

La polémica de la renovación de Lamine Yamal

El Barça afronta el reto de renovar al que, a todas luces, se trata del jugador con mayor proyección a futuro del mercado

La polémica de la renovación de Lamine Yamal

El jugador del FC Barcelona Lamine Yamal. | Xavi Bonilla (Zuma Press)

El Barça tiene que resolver una de las situaciones estratégicas más importantes de su historia reciente, asegurarse la continuidad del potencial mejor jugador del mundo, Lamine Yamal. Johan Cruyff decía que «si a un chaval joven ya le concedes un gran contrato siendo un niño le tendrás que dar las llaves del club cuando sea mayor». Como teoría está muy bien, pero la práctica es otra porque el mundo del fútbol ha cambiado mucho.

El flaco lo dijo hace 35 años, cuando los jugadores no eran los activos comerciales que son ahora, y solo había 2 o 3 clubes en Europa con la capacidad económica para pagar esos grandes salarios, así el Barça o el Real Madrid acostumbraban a fichar lo que querían. Ahora ya no. Esto ha cambiado radicalmente con la aparición de los clubes en manos de auténticos magnates o los Clubes Estado, propiedad de las economías más potentes del Medio Oriente.

Aunque esté a punto de cumplir solo 18 años, Lamine Yamal es, con 180 millones, el segundo jugador más valioso del mundo solo por detrás de Haaland y Vinicius, con un valor de 200 millones, según Transfermakt. Y además, Lamine tiene la paella por el mango porque está a solo 6 meses de quedar libre y poder firmar por el club que quiera sin traspaso de por medio, lo que le supondría recibir en su bolsillo una multimillonaria prima de fichaje, ya que acaba contrato con el Barça en junio de 2026 (con 16 años el reglamento solo permite hacerle un contrato máximo de 3 años) y, según la normativa FIFA, seis meses antes. En otras palabras, el 1 de enero de 2026 ya podría comprometerse contractualmente con el club que quisiera.

Por tanto, es muy lógico que Lamine Yamal pida al Barça un salario importante, acorde con su valor de mercado, que podría ser unos 30 millones brutos por temporada que le convertiría en el jugador mejor pagado de la plantilla azulgrana, además de percibir una prima de renovación, que podría rondar los 50 millones por cinco temporadas, es decir, diez millones más al año, por lo que podría superar los 40 millones por temporada, que multiplicado por cinco años sería una operación cercana a los 200 millones.

Está dentro de lo normal. El Real Madrid comprometió 223 millones por Bellingham, 103 millones que costó su traspaso al Dortmund más 20 millones de salario por cada una de las seis temporadas por las que firmó teniendo solo 19 años. El club blanco acaba de invertir 110 millones en Donny Huijsen después de haber hecho solo una buena temporada en un club de no muy alta exigencia como el Bournemouth. El PSG comprometió 280 millones en Mbappé cuando lo fichó en 2017, entre los 180 millones de traspaso y 100 millones de sueldo a cinco años. El mercado está así.

Lamine Yamal es muy joven, pero sus merecimientos económicos no van en función de la edad sino de su rendimiento y de su valor en el mercado. Además, si sigue su progresión, lo lógico es que su contrato se vaya revisando tanto cierto tiempo. De hecho, Laporta en su primer mandato, mejoraba el contrato de Messi cada 15 meses. El Real Madrid fichó a Bellingham en 2023 y antes de acabar 2024 ya tuvo una mejora del 30 %. Vinicius renovó en 2022 y en junio de 2024 ya pidió en público un nuevo contrato. Haaland firmó en 2022 y el City le revisó y aumentó el contrato en enero de 2025. La industria está montada así.

La renovación de Lamine Yamal no arruinará al Barça siempre que le concedan un salario similar al del Top of Market, pues estamos hablando de un activo que hará aumentar los ingresos del club, los éxitos deportivos y la notoriedad de marca. Los clubes están creciendo económicamente cada año con las nuevas competiciones, como la reformada Champions o el Mundial de Clubes de esta temporada que puede suponer un ingreso de 140 millones para el campeón.

El error que no debe volver a cometer el Barça es darle un poder ilimitado a Lamine Yamal como al final tuvo Messi, y evitar que la espiral inflacionista lógica en Lamine se propague hacia otros jugadores que, por mucho que coincidan con él en el equipo, son mucho más prescindibles. Aunque el representante de Lamine Yamal, Jorge Mendes, lleve otros jugadores de la plantilla, como Balde, hay que desligar las operaciones y las diferentes situaciones, que no aproveche la fuerza de Lamine para sacar contratos exagerados para otros de sus representados.

Pero que nadie busque ninguna polémica en el hecho de que el Barça le acabe firmando un gran contrato a Lamine Yamal porque es lo haría cualquier otro club si tuviera al mejor jugador del mundo a punto de quedar libre y con un potencial para liderar una etapa deportiva gloriosa.

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