La pantomima del Mundial de Clubes
Calendario saturado, poca competitividad, ausencia de prestigio… y esos son solo algunos de sus problemas

El trofeo que ganará el futuro campeón del nuevo Mundial de Clubes. | Fernando Silva (Zuma Press)
La FIFA se ha inventado una nueva competición de clubes que, en su primera edición, disputarán 32 equipos desde el próximo 14 de junio hasta el 13 julio en Estados Unidos. Este novedoso torneo reunirá a algunos de los equipos de clubes más destacados de cada una de las seis confederaciones internacionales AFC, CAF, Concacaf, Conmebol, OFC y UEFA. Sin embargo, hay ausencias muy llamativas. Por ejemplo, curiosamente, no participarán el Barça, el Liverpool o el Nápoles, vigentes campeones de la liga española, inglesa e italiana, las 3 competiciones domésticas más prestigiosas del mundo. Muy contradictorio. Cualquier aficionado europeo tendría problemas para citar a 4 o 5 clubes participantes de otros continentes.
Los partidarios del nuevo Mundial de Clubes pronostican que este torneo tendrá un éxito asegurado al considerar que se está trasladando al ámbito de los clubes la celebridad y notoriedad ya demostrada en el Mundial de Selecciones, que se disputa cada 4 años.
Sin embargo, hay varios aspectos que los diferencian de manera muy clara y van en perjuicio del nuevo torneo que ha impulsado la FIFA. En primer lugar, en el ámbito de los clubes ya existen competiciones más prestigiosas, como la Champions, que este nuevo torneo, cosa que no sucede en el Mundial de selecciones.
En segundo lugar, existe un problema de calendario, muy saturado ya antes de la invención de este torneo. Cuando hay Mundial de Selecciones, las competiciones domésticas de los clubes terminan mucho antes para que los combinados nacionales tengan tiempo de prepararlo y, cuando finalice, los jugadores tengan margen para hacer vacaciones antes de empezar de nuevo la pretemporada siguiente. Esto no sucede en esta primera edición del Mundial de clubs. Los futbolistas llegan exhaustos tras una temporada estresante que se ha alargado al máximo por las ligas nacionales, la Champions y, además, la Final Four de la Nations League, que disputarán las selecciones de Francia, España, Alemania y Portugal. Es decir, los futbolistas de los clubes participantes en el Mundial que se disputará en Estados Unidos no podrán hacer las preceptivas pretemporadas y deberán empezar el curso 2025/26, con una mala preparación, asumiendo un riesgo importante de lesiones que se traducirá en una desventaja competitiva importante.
Otros de los problemas del torneo es la excesiva superioridad de los participantes de la federación europea respecto al resto de clubes. Esto supondrá que la primera fase será muy previsible y, prácticamente, no habrá margen a la sorpresa.
En los Mundiales de selecciones, esta diferencia de categoría no es tan acusada, ya que es muy habitual que los combinados de otras confederaciones distintas a la europea dispongan en sus filas de futbolistas de su nacionalidad, pero que juegan en clubes europeos y, por tanto, se presupone que son de una categoría contrastada. Es decir, una selección africana, sudamericana o asiática puede disponer de alguna estrella en sus filas. En cambio, en el Mundial de Clubes, es muy difícil, por no decir imposible, que los clubes sudamericanos, centroamericanos, africanos, asiáticos o del medio oriente tengan en sus plantillas a cracks que no estén en el declive de su carrera. Es sabido que no pueden retenerles, ya que si les aparece alguno son adquiridos inmediatamente por los clubes europeos que tienen un superior poder económico para comprarles, pagarles y seducirles con el mayor prestigio y competitividad de las competiciones europeas.
Esto se traducirá en que la fase de grupos del Mundial de clubes puede llegar a ser soporífera, ya que las extraordinarias diferencias de categoría entre equipos será muy exagerada y ello provocará resultados abultados y una clasificación más que previsible de la mayoría de clubes europeos para la fase de las eliminatorias. Y cuando la mayoría de clubes supervivientes sean los europeos se convertirá en una competición de segunda fila porque para esos clubes ya está la Champions League.
Es prácticamente imposible que un club no europeo se acabe colando en cuartos, semis o la final. Los culés intentan desprestigiar la competición sin argumentos solo porque no está el Barça. En cambio, los madridistas, que se han quedado sin ganar ninguna gran competición de esta temporada, se ven en la necesidad de exagerar la importancia de este torneo, que si lo acaban ganando dirán que el Barça es Campeón de España, el PSG o Inter, el Campeón de Europa y el club blanco sería el Campeón del Mundo.
Cada uno cuenta el relato según le conviene, pero lo que es una realidad es que hay pocos motivos para colocar esta primera edición del Mundial de clubes por encima de competiciones mucho más prestigiosas e históricas. Y, por cierto, más que el Real Madrid, lleno de estrellas, pero con muchos problemas para competir y que llega con un nuevo entrenador, considero más favorito el Atlético, mucho más estructurado, y que parece llegar más conjuntado y descansado, física y mentalmente.