Así será el demoledor informe que el Real Madrid presentará a la FIFA
Tan mal se piensa sobre el colectivo arbitral desde Concha Espina que se ha decidido presentar una queja formal

El defensa del Real Madrid Dean Huijsen durante su expulsión en el partido. | EFE/ Juan Herrero
Indignación mayúscula del Real Madrid con el colectivo arbitral. La estrafalaria expulsión de Dean Huijsen el sábado frente a la Real Sociedad, que obligó a los blancos a jugar con un futbolista menos durante una hora, ha supuesto la gota que ha colmado el vaso de la paciencia institucional en el Paseo de la Castellana donde se cree firmemente que «a pesar de los cambios estéticos en el CTA, todo sigue igual», «que no se compite en las mismas condiciones que el resto» y que, por tanto, «se adultera la competición».
El Madrid, hastiado ante la inacción de La Liga, la RFEF y los entes judiciales y gubernamentales en el caso Barça-Negreira y, viendo que la tendencia de los jueces deportivos sigue siendo idéntica a la de las últimas décadas, ha decidido presentar sus quejas documentadas ante el máximo organismo del fútbol internacional, la FIFA. Este duro paso al frente del gigante merengue viene acelerado por las inexplicables decisiones tomadas por el trencilla Gil Manzano en Anoeta.
Gil Manzano, sospechoso habitual
Y es que el colegiado extremeño vive instalado en la sospecha cada vez que arbitra a la entidad presidida por Florentino Pérez. Entre sus sorprendentes juicios cuenta con los tres penaltis señalados en un mismo partido en contra del Real Madrid en Mestalla en el año 2020. Algo que no había sucedido antes en 91 años de competición.
Más reciente es (de la temporada pasada) su famoso pitido final cuando una pelota servida por Brahim desde la derecha surcaba el cielo (también de Mestalla) en dirección a la cabeza de Bellingham, que remataba la misma para dar la victoria por dos goles a tres, pero que no subió al electrónico por decidir Gil Manzano que el partido había concluido en pleno vuelo del esférico.
El último episodio de este cúmulo de desdichas se produjo este fin de semana en San Sebastián, cuando Dean Huijsen fue expulsado por agarrón a Oyarzabal. La polémica esta vez se centra en que el defensor no se trataba del último hombre, ya que Militao le acompañaba en la recuperación defensiva a la misma altura, pero es que además la acción no puede catalogarse de manifiesta al producirse a 45 metros de la portería de Courtois.
Conclusión: con una amarilla hubiera bastado, pero Gil Manzano (mal colocado, por cierto) se apresuró a sacar la tarjeta roja e, increíblemente, nadie le corrigió desde un VAR en el que se encontraba Figueroa Vázquez.
Denuncia ante la FIFA
Como sería de evidente la acción que el equilibrado Xabi Alonso saltó al césped nada más terminar el partido y en el careo con Gil Manzano le espetó: «Jesús, yo no quiero, pero me hacéis pensar mal».
Y tan mal se piensa sobre el colectivo arbitral desde Concha Espina que se ha decidido presentar una queja formal ante la FIFA. Así lo anunciaba la propia televisión del club nada más terminar la contienda en Anoeta: «El Real Madrid está preparando un informe con todo lo sucedido en estas primeras cuatro jornadas de liga y lo que aconteció la temporada pasada. Un dosier que se va a elevar a la FIFA para que tome nota de lo que sucede en el fútbol español con respecto al arbitraje».
En ese documento, el Real Madrid no sólo abundará en los cuatro goles anulados o la reciente expulsión de Huijsen (la cual comparará con otra muy similar en un Barça vs Celta también con Gil Manzano al silbato que resolvió con amarilla para Iñigo Martínez). La idea es pedir amparo ante la discrecionalidad del VAR, que se «sobreutiliza con el Madrid» (como en los tres goles anulados contra el Mallorca), no entra cuando tiene que entrar (como en Vitoria con el gol de Giuliano) o que directamente está estropeado (como en Vallecas con el penalti a Yamal).
Además, destacarán las flagrantes anomalías estadísticas que envuelven al Madrid y al FC Barcelona durante el siglo XXI remarcando la negra etapa de Negreira. La más sangrante es la de las expulsiones. El Barça cuenta, a nivel local, con 166 de rivales por 101 propias, lo que arroja un saldo de +65 a favor. El Madrid, por su parte, acumula un -2 en contra en su casillero tras 25 años de cotejo. Una numerología sin parangón en todo el fútbol profesional.
El dato se recrudece al ser comparado con lo sucedido en Europa donde los números de los sancionados son casi parejos: +12 expulsiones para los catalanes y +13 para los capitalinos. Igual sucede con los tantos anulados por la tecnología. En Champions dos a los de Flick y tres a los de Xabi. Estos tantos, que no suben al marcador, vuelven a experimentar un brutal desnivel con el VAR en España, con 38 sancionados al Real Madrid por 14 del FC Barcelona.
Con los penaltis en contra en la última década pasa algo similar, con 44 pitados a los madrileños por 30 a los culés en España. El saldo vuelve a igualarse en el continente con 19 contra el Madrid por 17 al Barça.
Los servicios legales y de documentación del Real Madrid trabajan sin descanso para presentar este demoledor documento ante la FIFA cuyo objetivo es mostrar las vergüenzas, tendencias y anomalías estadísticas del colectivo arbitral español regido por el CTA.