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Fútbol

Objetivo Vinicius: recuperar la alegría donde todo comenzó

Xabi Alonso tiene un plan para devolver al delantero a su máximo nivel, y quizá la clave sea el Ciudad de Valencia

Objetivo Vinicius: recuperar la alegría donde todo comenzó

Vinicius celebra uno de los goles que marcó ante el Levante el 22 de agosto de 2021. | Indira (Zuma Press)

Decía el trovador argentino Armando Tejada que «uno siempre vuelve donde fue feliz», frase que hoy mismo podría aplicarse a la figura de un mohíno Vinicius Junior. Y es que fue un 22 de agosto de 2021 cuando la por entonces prometedora pero fiscalizada perla brasileña logró despejar todas las dudas que discutían su nivel futbolístico con un partido para enmarcar frente al Levante en el Ciudad de Valencia.

Es lógico, por tanto, intuir que a Vini, esta noche, se le removerán aquellos fantásticos recuerdos. Pensará seguro en que Ancelotti lo mandó saltar al terreno de juego en el minuto 60 porque su equipo caía por 2 a 1 y que nada más entrar recibió un pase al espacio de Casemiro que aprovechó para batir a Aitor Fernández en el mano a mano para poner el empate en el electrónico.

Rememorará también que los valencianos volvieron a marcar y que, cuando todo parecía perdido a 5 minutos del final, se la jugó con un disparo complicado desde la izquierda que pegó en la cara interna del palo y se coló en la portería levantinista. Sólo dos minutos después de su doblete, en una jugada repleta de potencia, también forzó la expulsión del portero vasco del Levante.  

Todavía no lo sabíamos, pero acababa de nacer una estrella. Tras dos años sin explotar, le bastaron treinta minutos para hacer dos goles, provocar una roja en el rival y rescatar un punto para su equipo. Ancelotti lo vio claro y desde esa misma noche le concedió un claro estatus de titular que ha permanecido inamovible hasta la llegada de Xabi Alonso.    

Rol de sustituto o suplente 

Algo ha mutado tras el aterrizaje del técnico tolosarra: Vinicius ya no es intocable. Tanto es así que, en estas cinco jornadas de La Liga más la de Champions, o no acaba los partidos o los disputa como jugador de refresco como así demuestran los datos.

El 7 ha sido cambiado en la jornada 1 contra Osasuna (78’), la 3 ante el Mallorca (72’), la 4 vs. Real Sociedad y en la 5 frente al RCD Espanyol (77’). Aún más llamativas son las dos suplencias que acumula. Empezó en el banquillo en el Carlos Tartiere (jornada 2) y en el debut en la Copa de Europa de hace una semana con el Olympique de Marsella. 

En resumen, no ha disputado ni un solo partido completo de los 6 que ha jugado el Madrid. Circunstancia impensable hasta el mes de mayo, cuando todavía le dirigía su mentor Ancelotti.

El cambio de la discordia 

La del sábado contra los periquitos fue la sustitución más dolorosa para Vini en lo que va de curso. O al menos eso reflejaba su forma de gesticular al conocer que era el elegido. Aconteció durante la pausa para la hidratación del minuto 77. Xabi se acercó al canarinho y se lo explicó. Vinicius, visiblemente afectado, se abrió de brazos frente a su entrenador y lo rumió cabizbajo. Después buscó consuelo en Thibaut Courtois que le dedicó una pequeña carantoña. Vini, que seguía molesto, abandonó el terreno de juego frustrado y lanzando una botella de agua al suelo. Esa fue la concatenación de los hechos.

Para ser justos creo que Xabi erró con el momento escogido. Quizá una sustitución con el reconocimiento del Bernabéu hubiera sido más adecuada dado el buen segundo acto que estaba completando el actual ‘The Best’. 

¿Qué busca Xabi?

Creo firmemente que Xabi quiere recuperar al mejor Vinicius y que busca al mismo tiempo el bien del grupo. Me explico: al descubrir que el de San Gonzalo está muy lejos de aquella versión que optaba al Balón de Oro hace sólo un año, lo ‘pica’ deportivamente con Rodrygo, y así de paso los espolea a los dos con el viejo proceder del palo y la zanahoria. Además, aprovecha la frescura y potencia de Vini con los partidos en su recta final para terminar de hundir a los rivales y decidir las contiendas.

Sé que esto suena muy bonito en la cabeza del aficionado y que retumba inaceptable en la de un jugador de élite ganador, pero lo cierto es que se trata del escenario en el que se encuentra Vinicius Junior. Aun así, no todo está perdido. En los pies y en la cabeza del jugador está la solución a todos sus problemas. Si vuelve a ser el Vini de hace unos meses será titular indiscutible, volverá a optar a los grandes premios y acabará firmando una suculenta renovación, pero para eso antes debe recuperar la alegría de su fútbol.

Hace semanas que no lo vemos reír, arengar a su grada para que anime, molestarse a la mínima con el contrario o protestarle absolutamente todo a los colegiados. Ese es el Vini que hace no tanto fue el mejor del mundo. El Vini eléctrico que enciende al rival y al madridista. El Vini que todos queremos de vuelta. Y no se me ocurre mejor lugar para su regreso que aquel en el que un día fue feliz…

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