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Xabi toca la tecla correcta: Vini sonríe y el madridismo disfruta

Cuando el ‘canarinho’ se encuentra en su elemento, el equipo merengue funciona como es debido

Xabi toca la tecla correcta: Vini sonríe y el madridismo disfruta

Vinicius celebra uno de los goles que le marcó al Villarreal este pasado domingo. | David Canales (Zuma Press)

Hace solo dos semanas, coincidiendo con la visita del Real Madrid al Ciudad de Valencia, escribía sobre el estado anímico de Vinicius en este mismo espacio. Intuía aquella contienda como decisiva, dada la importancia que ese campo y ese rival habían supuesto en la carrera del brasileño. Allí fue donde Vini, tras más de dos temporadas persiguiéndolo, se ganó la titularidad en el conjunto merengue (entonces entrenado por Carlo Ancelotti) y allí era donde regresaba para recuperarla después de un inicio dubitativo y algunos ‘banquillazos’ a las órdenes de Xabi Alonso.  

Objetivo cumplido. Desde entonces, ha disputado tres partidos de liga completos frente al propio Levante, el Atlético de Madrid y el Villarreal, con tres goles y dos asistencias en su haber. Un aporte sensacional que lo aúpa hasta su mejor inicio como futbolista del Real Madrid, pero que, ante todo, le devuelve la felicidad sobre el terreno de juego.

Volver a disfrutar

Y es que el sábado en el Bernabéu aprecié algo diferente en Vini: reía sobre el césped. Puede parecer un detalle insignificante, pero los que llevamos ocho campañas acompañándolo por los estadios de España y escudriñando cada gesto y cada detalle, sabemos que no lo hacía de corazón desde que se quedó a las puertas del Balón de Oro hace un año

Me causó satisfacción escuchar a Xabi en la rueda de prensa postpartido y comprobar que compartía mi punto de vista: «Me gusta cuando veo a Vini sonreír y disfrutar». Y cuando Vinicius sonríe, disfruta el madridismo. Así que nos lo puso muy fácil a los 80.000 presentes: tomamos asiento, un frugal refrigerio y nos preparamos para gozar. 

El 7 lo intentó todo en el primer acto. Corría, desbordaba, combinaba con los compañeros (e incluso perdía alguna pelota comprometida) y, aunque el premio del gol no llegaba, se le notaba divertirse sobre el verde. La clave del canarinho fue no obsesionarse y dejar su futbol fluir hasta que se destapó la caja de los truenos.

Eso ocurrió en el segundo tiempo. Gol en el 46’ para abrir la lata con una preciosa acción de fuera hacia dentro y con algo de suerte en el remate. Penalti sufrido y facturado en el 68’ cuando Rafa Marín lo arroya en carrera y expulsión provocada de Mourinho (con el que tuvo un duelo de alto voltaje) tras soltar este el brazo cuando Vini se iba por velocidad (quizá la menos amarilla de todas las que mereció el uruguayo). Un partido sublime que valió los tres puntos frente al Villarreal.

Su mejor arranque como merengue

Es oficial y no admite discusión. Nos encontramos ante el mejor arranque de temporada de Vinicius como futbolista del Real Madrid. Los datos demuestran que nunca, tras los 8 partidos iniciales del campeonato local, había alcanzado los cinco goles y cuatro asistencias que ostenta en estos momentos. Nueve tantos producidos que han ayudado a recuperar el liderato a su equipo y que le hacen viajar muy feliz con Brasil a los amistosos internacionales. Convocatoria en la que se ha reencontrado con su adorado Carletto justo al tiempo que ha logrado rendir al nivel que Xabi le exigía.

La metodología del tolosarra con Vinicius ha sido discutida en este primer tramo de competición, pero lo cierto es que los resultados le dan la razón. Todo comenzó con un discreto partido frente a Osasuna, lo cual desembocó en una abrupta suplencia contra el Oviedo en la segunda jornada.

Allí Vini saltó al campo con poco menos de media hora por delante. Lo primero que hizo fue robar una pelota y asistir a Mbappé para que marcara. Lo siguiente, anotar el 0-3 que finiquitaba el partido. Acción-reacción completada. En la siguiente fecha sale de inicio ante el Mallorca marcando el gol de la victoria, pero es sustituido en el minuto 72’. Circunstancia poco habitual en temporadas anteriores. Todavía más sorprendente fue verlo de primeras en el banquillo en el debut de Champions League vs. Olympique de Marsella. Empezaban a encenderse todas las alarmas.

Red flags que se confirmaron cuando fue cambiado por Xabi durante la pausa de hidratación del partido con el RCD Espanyol. Vini le pidió explicaciones sobre el verde y se fue al banquillo (incluso pasó por el vestuario brevemente) visiblemente molesto. 

Para entonces, Vini tenía dos opciones: seguir en el bucle del enfado y la frustración o demostrarle a su entrenador que, si juega a su nivel, es una locura prescindir de él. Y eso hizo, remangarse para, no sólo jugar, sino también divertirse. Su golazo de exterior al levante es buena prueba de ello, su jugada en el aciago derbi para asistir a Güler, también. Y que decir de su fantástica performance contra el Villarreal…

Desde el instante en el que Vini decidió revolverse a través de su fútbol lo ha jugado todo. Y es que Xabi no va a tirarse piedras contra su propio tejado y con Vinicius ha sabido tocar la tecla correcta.

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