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Fútbol

Objetivo ‘comerse el turrón’: la inesperada caída del Real Madrid de Xabi Alonso 

Los silbidos al equipo ya no se disimulan y los rumores de ultimátum sobre el técnico cobran cada vez más fuerza

Objetivo ‘comerse el turrón’: la inesperada caída del Real Madrid de Xabi Alonso 

Xabi Alonso. | Europa Press

Es domingo por la noche. El Real Madrid acaba de palmar contra el Celta y voy camino de mi coche por la calle Padre Damián mientras hago cuentas mentales. Los datos son deprimentes. Hacía más de un mes que no pisaba el Santiago Bernabéu, concretamente desde el 1 de noviembre. En aquella fecha, el conjunto de Xabi Alonso goleaba al Valencia y aventajaba en cinco puntos al Barça en Liga.

36 días después, el liderato lo ostentan los culés con cuatro unidades de diferencia. El Real Madrid ha ganado dos de los siete partidos disputados y ya no puede ni agarrarse al fortín del Bernabéu, que se mantenía invicto. Además, han expulsado a Fran García y Carreras, pero eso no es lo peor. Lo más grave es que se ha vuelto a lesionar Militao y que el público empieza a estar harto de todo.

En medio de estas cavilaciones, me cruzo con un grupo de cuatro chavales que me interpelan: «Nacho, dales caña tú que puedes», «¡Esto es una vergüenza!», «¡Los jugadores no se mueven y Xabi no se entera!».

Esa era la fotografía general. Los silbidos al equipo ya no se disimulan y los rumores de ultimátum sobre el técnico cobran cada vez más fuerza. Y es que las dudas en la zona noble campan a sus anchas. Y esto no para. Mañana se vuelven a abrir los tornos de Chamartín para recibir al City de Pep Guardiola.

Les seré muy sincero: no sé si alegrarme o echarme a llorar.

No mueren por Xabi

Lo digo porque esta va a ser la quinta temporada consecutiva en la que Real Madrid y Manchester City se ven las caras y, aunque las alegrías han reinado sobre las tristezas, no puedo evitar pensar aquello de que «cualquier tiempo pasado fue mejor».

Lo demuestran casos como el de Rodrygo Goes, que en la temporada 21-22 se convirtió en el héroe de la remontada en semifinales. Un doblete suyo prendió la llama de la épica que acabaría metiendo al equipo en la final de la 14ª y que le premiaría con la anhelada titularidad por la que tanto peleó y que hoy ha perdido.

También pienso en esos locos cuartos de final de la campaña 23-24, donde no solo el brasileño fue de nuevo el goleador: también los secundarios fueron fundamentales. Lunin se hizo gigante en la tanda de penaltis y Antonio Rüdiger asumió la responsabilidad tirando el lanzamiento definitivo.

Bonitos recuerdos que acabaron en la consecución de la 15ª Copa de Europa y que, por tanto, empobrecen aún más la imagen del Real Madrid actual.

Es triste escribirlo, pero me es imposible imaginar un esfuerzo coral y de compañerismo como el de aquella noche en Inglaterra por parte de esta plantilla. Hoy todos quieren la pelota al pie, nadie quiere jugar fuera de posición y, seamos sinceros, no mueren por su técnico como sí morían por Carlo Ancelotti.

‘Bola extra’

La cosa está clara: si el Madrid gana al Manchester City toma aire, se reivindica en Europa y Xabi Alonso gana una ‘bola extra’ para demostrar que todavía está capacitado para gobernar la nave merengue. Al menos durante un tiempo, ya que el domingo se viaja a Vitoria.

Una situación poco halagüeña que plantea todos y cada uno de los partidos que le quedan por disputar al Real Madrid en 2025 como un examen final para el técnico tolosarra.

Cuatro finales

Cuatro finales en tres competiciones diferentes que, seguro, Xabi no imaginó como definitivas, pero que lo son, vaya si lo son. Tras los británicos en Champions League y los vitorianos en el campeonato local, llegará el debut a domicilio y a partido único en la Copa del Rey (con un rival que conoceremos en la mañana de hoy).

Para cerrar el año será el Sevilla de Matías Almeyda quien visite el Santiago Bernabéu. Nadie sabe si (aún) con el joven entrenador ocupando el banquillo merengue.

Y es que hace un mes pocos lo hubieran creído, pero la inesperada y abrupta caída del Madrid ha hecho que el objetivo más inmediato para Xabi Alonso sea ‘comerse el turrón’ en Concha Espina.

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