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Fútbol

El obligado ‘reseteo’ de Vinícius Júnior

Vini no debería tomarse los silbidos muy a pecho. Chamartín es, probablemente, el recinto más exigente del planeta fútbol

El obligado ‘reseteo’ de Vinícius Júnior

Vinícius Júnior. | Gokhan Taner (Zuma Press)

Vinícius Júnior descansa en Dubai. Y hace bien. De vez en cuando es bueno poner tierra de por medio para relajarse y, de paso, cumplir con su agenda publicitaria. Ahora bien, esto no significa que se le haya pasado el mosqueo por la sonora pitada que el Bernabéu le dedicó al ser sustituido contra el Sevilla. Así se lo cuento yo y así lo indica la portada de su perfil de Instagram (seguido por 57 millones y medio de seguidores), donde sigue luciendo la camiseta de la selección brasileña en vez de la del Real Madrid. El cambio de la una por la otra se produjo en la noche del sábado y continua vigente. Tanto como el enfado del canarinho.

Vini está citado el día 29 para regresar a los entrenamientos en Valdebebas junto al resto de sus compañeros. Así que tiene algo menos de una semana para dar un giro radical a su estado de ánimo antes de reencontrarse con Xabi Alonso. El día 30 todos los focos apuntarán a su figura en el tradicional entrenamiento a puertas abiertas en la Ciudad Real Madrid. Entonces, cada gesto del 7 será escudriñado al detalle. 

Y es que, transcurrido algo más de un año del fallido Balón de Oro, poco queda del Vinícius alegre que encandilaba al Bernabéu. Un estadio que ha acabado el 2025 castigando al que, hace no tanto, era su niño bonito.

Tchouaméni como ejemplo 

No soy nadie para aconsejarle, pero creo que Vini no debería tomarse lo de los silbidos muy a pecho. Chamartín es, probablemente, el recinto más exigente del planeta fútbol. En él han sido pitados Di Stéfano, Zinedine Zidane o Iker Casillas. Esto quiere decir que el Real Madrid es máxima exigencia para todos, te llames como te llames. Y que ese púbico tan duro te pone al mismo nivel que esa constelación de estrellas porque sabe, y ha comprobado, que puedes dar mucho más. 

Hace unos meses le pasó a su compañero Tchouaméni. El francés tenía dos opciones en ese momento: enfadarse y hundirse o levantarse y rebelarse. El mediocampista eligió la segunda opción y hoy recoge ovaciones. Un cambio que comenzó a través de lo mental y cristalizó en lo futbolístico. Un camino que Vinícius debería transitar en la misma dirección si quiere darle la vuelta a la tortilla. El ejemplo lo tiene bien cerca. 

14 partidos seco 

También es cierto que lo del de San Gonzalo es algo más complicado, por varias circunstancias. La primera es su estatus. Vinícius era, hasta la llegada de Mbappé, la indiscutible estrella de la nave merengue. Hoy comparte cartel con el galo y sigue ciertamente desubicado. La segunda es su relación con Xabi Alonso. Repleta de altibajos y muy alejada de aquella paternofilial que mantenía (y aún conserva en Brasil) con Carlo Ancelotti.  

La tercera, y más importante, es su desempeño sobre el terreno de juego. 14 partidos consecutivos sin marcar gol (10 en Liga y 4 en Champions League) son muy difíciles de justificar cuando eres delantero y defiendes la camiseta del Real Madrid. Su último tanto fue el 4 de octubre en un doblete ante el Villarreal y todavía sigue seco. La cuarta es una derivación de las tres circunstancias anteriores y no es, ni mucho menos, baladí: la renovación de su contrato.

Renovación estancada

Aquí está la madre del cordero. Vinícius acaba contrato en junio del 2027. O lo que es lo mismo; si dentro de medio año no ha llegado a un acuerdo de renovación con la entidad de Concha Espina, entrará en los últimos y críticos 12 meses de vinculación. Es decir, que si esto no se aclara a 30 de junio, Vini podría acabar marchándose gratis o habría que venderlo deprisa y corriendo para sacar algo. Un escenario que no quieren ni plantearse en el Real Madrid. 

Principalmente, porque el objetivo es que siga. Eso sí, no a cualquier precio. Digo esto porque las expectativas de Vinícius a nivel económico son altísimas. Tanto como para querer estar a la altura del mejor recompensado del equipo: Kylian Mbappé

2026 traerá las respuestas al futuro de Vini. Mientras, el extremo, «resetea» bajo el sol de Dubai, tratando de regresar a ese punto de forma, físico y mental, que estuvo a punto de consagrarle como el mejor jugador del mundo. De conseguirlo, el Bernabéu lo indultaría con los ojos cerrados.

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