Detectado un fallo grave de seguridad en los procesadores Intel de la última década
Todos los procesadores Intel fabricados durante la última década presentan un grave fallo de seguridad. Al tratarse de un problema del procesador, no del sistema operativo, este fallo afecta a todos los equipos que funcionen con este chip, con independencia de su sistema operativo, macOS, Windows o Linux, según una investigación de The Register, una web especializada en ciberseguridad.
Todos los procesadores Intel fabricados durante la última década presentan un grave fallo de seguridad. Al tratarse de un problema del procesador, no del sistema operativo, este fallo afecta a todos los equipos que funcionen con este chip, con independencia de su sistema operativo, macOS, Windows o Linux, según una investigación de The Register, una web especializada en ciberseguridad.
Los chips de Intel fabricados en los últimos diez años cuentan con un error que permitiría que los programas maliciosos -malware- consigan acceso a las áreas protegidas de la memoria kernel, el núcleo del sistema operativo del dispositivo.
Se espera que en los próximos días se cree un parche que permita solucionar el problema, aunque no está confirmado. Una vez que compañías como Microsoft o Apple envíen las soluciones para el error de Intel, los sistemas funcionarán entre un 5 y un 30% más lento, dependiendo del modelo del procesador. Según HotHardware, los parches de Linux para combatir este error ya han comenzado a distribuirse.
PostgreSQL SELECT 1 with the KPTI workaround for Intel CPU vulnerability https://t.co/N9gSvML2Fo
Best case: 17% slowdown
Worst case: 23%— The Register (@TheRegister) January 2, 2018
El fallo está en el diseño del firmware de los procesadores, es decir, en el programa que se encarga de hacer funcionar al chip, lo que ocasiona que el kernel no pueda controlar correctamente los permisos de los programas y permite a los hacker vulnerar el sistema para que un malware acceda a esa zona del sistema operativo.
El CEO vendió la mitad de sus acciones un mes antes de conocer el fallo
Gizmodo, un portal especializado en tecnología, ha informado de que el director ejecutivo de Intel, Brian Krzanich, vendió una importante cantidad de acciones de la compañía el pasado 29 de noviembre, según se puede ver en su historial de transacciones en la Nasdaq.
Krzanich se quedó con 250.000 acciones, el mínimo requerido por contrato para seguir siendo CEO de la compañía tras cinco años en el puesto.