Más de 1.720 detenidos en Francia durante las protestas de los chalecos amarillos
La policía francesa ha detenido esta mañana al menos a 278 personas en París para impedir con carácter preventivo incidentes violentos en las protestas de los chalecos amarillos. El ministro del Interior, Christophe Castaner, ha justificado que estos arrestos preventivos tratan de evitar que se reproduzcan los disturbios del sábado pasado.
En total 1.723 personas fueron detenidas en Francia el sábado durante la cuarta jornada de manifestaciones de los chalecos amarillos, según el ministerio del Interior. De esas personas, 1.220 fueron mantenidas en detención preventiva, agregó el ministerio que contabilizó 136.000 manifestantes en todo el país, de los cuales 10.000 protestaron en París, la misma cantidad que el sábado 1 de diciembre. Los disturbios que se vivieron ayer en Francia causaron más daños materiales que la semana anterior y son «una catástrofe» para la economía del país, según ha dicho el Gobierno.
A medio día, el secretario de Estado al Interior, Laurent Nuñez, había dicho que 575 habían sido arrestadas. El hartazgo fue una de las principales razones argumentadas por los llamados chalecos amarillos para salir nuevamente a la calle.
El movimiento de los chalecos amarillos obtendría un 12 % de los votos y sería la segunda fuerza política si se presentara a las elecciones europeas de mayo, según un sondeo del instituto demoscópico Ipsos que había encargado el partido del presidente francés, Emmanuel Macron, que se realizó el pasado miércoles y jueves. Solo quedaría por detrás de La República en Marcha (LREM), que asociada con los centristas del MoDem, lograría un 21% de los apoyos. Aunque la hipótesis de su candidatura está lejos de materializarse.
Ce matin nous avons procédé à des contrôles préventifs, des fouilles de sacs, qui ont permis d’écarter les individus radicalisés, qui souhaitaient se livrer à des violences.
575 personnes ont été interpellées à Paris, à cette heure.
Je salue le travail des forces de l’ordre. pic.twitter.com/ZQBICrG85d— Laurent Nunez (@NunezLaurent) 8 de diciembre de 2018
Tensión desde el comienzo de la protesta
Antes de comenzar la protesta en París, más de 300 personas habían sido detenidas. Desde poco después de las 09:00, la policía impidió pasar a los chalecos amarillos por la avenida de los Campos Elíseos a partir de un determinado punto que estaba próximo al Palacio del Elíseo. Una hora después, los antidisturbios lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a varias decenas de manifestantes que trataban de penetrar por la calle Arsène Houssaye, adyacente a los Campos Elíseos.
Dos acciones que ponen en evidencia las órdenes de reacción que recibieron las fuerzas del orden para gestionar las concentraciones y evitar que degeneraran en escenas de guerrilla urbana como las que se vivieron hace una semana.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, justificó que los arrestos preventivos que se llevaron a cabo buscaron evitar los disturbios del sábado pasado: «Hemos tenido que dar una respuesta fuerte».
Los arrestados, que forman parte de grupos susceptibles de protagonizar actos de violencia o están en posesión de objetos violentos, no necesariamente quedarán bajo custodia una vez que se realicen las verificaciones pertinentes, según puntualizó la Prefectura de Policía.
Castaner, en declaraciones al canal BFMTV pidió a los ‘chalecos amarillos’ que quieren hacer valer sus reivindicaciones «que no se mezclen» con los violentos porque «la violencia no es nunca una forma de manifestarse».
También dijo que «el Gobierno ha tendido la mano» al diálogo con medidas como la supresión de la subida de impuestos sobre el carburante que estaba programada a partir de enero: «Ahora hay que ponerse en torno a la mesa y discutir».
El primer ministro, Édouard Philippe, recibió la noche del viernes a una delegación de siete ‘chalecos amarillos’ libres, un grupo que se reivindica como moderado y que pidió a sus seguidores que no viajaran a París para no ser instrumentalizados por los violentos.
El Ejecutivo movilizó este sábado un dispositivo de seguridad «excepcional», que incluyó el despliegue de 89.000 policías y gendarmes en todo el país (el sábado de la semana pasada habían sido 65.000).
Las zonas más sensibles de la capital, por ser los puntos de concentración de los ‘chalecos amarillos’, como el barrio de los Campos Elíseos, las plazas de la República y de la Bastilla fueron cortadas al tráfico desde primera hora de la mañana y los comercios han permanecido cerrados.
Tampoco abrieron los siete principales monumentos y museos, ni los grandes almacenes, ni muchos mercados o establecimientos públicos.
Las protestas se extienden a Bruselas
Las protestas de los ‘chalecos amarillos’ de este sábado llegaron a Bélgica. Unas 400 personas fueron detenidas en Bruselas durante una manifestación donde el barrio de las instituciones europeas fue completamente cerrado, informó la policía. Unas decenas de personas se reunieron antes del mediodía en dos lugares de la capital belga: Arts-Lois y Porte de Namur.
Las autoridades desplegaron cordones policiales alrededor de todo el barrio europeo, donde están concentradas las instituciones del bloque (Comisión, Consejo y Parlamento Europeo), impidiendo el acceso de vehículos e incluso de peatones.
Eco en las fronteras españolas
Las retenciones de camiones al paso de la autopista AP-8 por la localidad fronteriza de Irun alcanzaron los 7 kilómetros de longitud a la altura del peje de Biriatou también este domingo, debido a las protestas de lo ‘chalecos amarillos’ en Francia. Según informó el departamento vasco de Seguridad, el carril derecho de la AP-8 estuvo ocupado por una cola de camiones en dirección al país vecino, mientras que por el izquierdo transitaron los turismos.
Las retenciones comenzaron sobre las 9.30 horas del sábado, cuando los piquetes de los ‘chalecos amarillos’ comenzaron a impedir el paso de los camiones, hasta que las colas aumentaron progresivamente hasta los 7 kilómetros.