Dimite el director general de Información Nacional de Moncloa, Alberto Pozas, por el 'caso Villarejo'
El periodista considera que está siendo utilizado para atacar al Gobierno y al Presidente y eso es algo, ha dicho, que no puede permitir
El director de Información Nacional del Gobierno, Alberto Pozas, ha presentado su dimisión al secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, por el caso Villarejo en relación a la polémica del presunto espionaje a Podemos por parte de un sector de la policía durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Así lo ha hecho saber el propio Pozas a través de un comunicado remitido a los periodistas. «Estoy siendo utilizado para atacar al Gobierno y al Presidente, y eso no lo puedo permitir. Encima, la situación me impide poder siquiera opinar sobre lo que está pasando», dice Pozas.
Según declaró hace unos días en la Audiencia Nacional el excomisario José Manuel Villarejo, fue el director de Interviú (entonces Pozas) quien le facilitó un «pen drive» con copia de los datos del teléfono del líder de Podemos, que habían recibido en la redacción de la citada revista y que no pensaban publicar.
En un comunicado remitido a los periodistas que cubren habitualmente la información de Moncloa, Pozas explica que presentó ayer su dimisión, que hoy ha sido aceptada en el Consejo de Ministros.
El periodista considera que está siendo utilizado para atacar al Gobierno y al Presidente y eso es algo, ha dicho, que no puede permitir. Pozas reconoce que no fue capaz de «valorar» que este asunto, que en otras circunstancias «podría ser menor», fuera a convertirse en «una especie de bomba informativa en plena campaña electoral[contexto id=»383899″]«. De esta forma, añade a partir de ahora espera poder «redimensionar» este asunto que le ha «atropellado».
El pasado 29 de marzo, en su declaración como imputado en la pieza del caso Tándem que investiga la documentación que tenía en su poder sobre Pablo Iglesias, Villarejo dijo que él no robó el móvil del líder de Podemos, sino que le llegó una copia de los datos del teléfono a través del director de Interviú (al que no citó por su nombre).
Siempre, según el excomisario, los datos habían llegado en un «pen drive» a la redacción de la revista, Pozas consideró que su contenido no era publicable y por eso se lo dio a Villarejo.
Villarejo analizó esos datos y consideró que no tenían interés policial, de forma que los archivó, según contó en su declaración judicial.