Dinamarca es el país menos corrupto del mundo y España mejora "levemente"
Dinamarca es el país menos corrupto del mundo junto a Nueva Zelanda, según un informe publicado este martes por Transparencia Internacional (TI), que advierte de una «crisis democrática» por el surgimiento de líderes autoritarios y populistas, y señala a Somalia y Siria como los más corruptos
Dinamarca es el país menos corrupto del mundo junto a Nueva Zelanda, según un informe publicado este martes por Transparencia Internacional (TI), que advierte de una «crisis democrática» por el surgimiento de líderes autoritarios y populistas, y señala a Somalia y Siria como los más corruptos. España, por su parte, ha «mejorado levemente» su calificación en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2018, publicado este martes.
De acuerdo con este índice, el 67% de los 183 países analizados suspende. Dinamarca y Nueva Zelanda obtienen la mayor puntuación, con 88 y 87 puntos, respectivamente, seguidos de Finlandia, Singapur, Suecia y Suiza, con 85 puntos cada uno.
El informe destaca, además, la fuerte caída que ha experimentado Estados Unidos, que pierde cuatro puntos con respecto al estudio previo, hasta los 71, y cae hasta el puesto 22 (antes ocupaba el 18), un descenso notable en una clasificación de gran estabilidad que ha llevado a TI a denominar a la primera economía mundial «país en observación«. Rusia, por su parte, queda relegada al lugar 138, con 28 puntos.
En el caso de Latinoamérica, mientras que Uruguay (puesto 23, 70 puntos) y Chile (posición 27, 67 puntos) repiten como los países de la región percibidos como menos corruptos, en el extremo opuesto se encuentran Venezuela (lugar 168, 18 puntos) y Nicaragua (puesto 152, 25 puntos).
Entre las principales potencias emergentes, India logra el puesto 78, con 41 puntos; China se sitúa en la posición 87, con 39 puntos, y Brasil le sigue en la 105, con 35.
En cuanto a los países más corruptos del mundo, junto a Somalia y Siria, se encuentran estados en guerra, fallidos y regímenes totalitarios como Sudán del Sur, con 13 puntos, Yemen y Corea del Norte (14), Sudán, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial y Afganistán (16).
Para mejorar la lucha contra la corrupción y reforzar la democracia, TI recomienda a los gobiernos «fortalecer las instituciones» responsables de controlar al poder político, llevar a la práctica las leyes sobre delitos económicos, promover el activismo ciudadano y apoyar a los medios «libres e independientes»
España ante la corrupción
España mantiene los 58 puntos del anterior informe, en el puesto 41 del mundo, aunque queda claramente por debajo de la media europea al situarse en el puesto 20 de los 28 países de la Unión Europea.
«Pese a esta leve mejora en la puntuación, hay que destacar que España se encuentra por debajo de Chipre y República Checa, países con los que compartía la misma puntuación el año pasado», indica el informe de TI.
Respecto a 2017, ha subido solo un punto. Mientras que ese años España obtuvo 57/100 puntos, en 2018 la puntuación es 58/100. Para comprender estos resultados hay que resaltar que una mayor puntuación significa menor corrupción. Para TI estos resultados ponen de manifiesto que los esfuerzos para prevenir y frenar la corrupción en España «aún no dan sus frutos»en términos de percepción.
Con este resultado, la conclusión que saca TI es que «la corrupción en España sigue siendo un problema grave que debe llamar a la acción de las autoridades y de la sociedad civil». En los últimos seis años, entre 2012 y 2018, la calificación de España cayó 7 puntos, siendo el país —tras Hungría y empatado con Chipre— que más ha caído en puntuación en Europa en estos últimos años.
«La corrupción sigue siendo un gran problema, que debería ser tomado en cuenta por nuestras autoridades y la sociedad. Entre 2012 y 2018 España ha sido el país de la UE que más ha bajado en niveles de percepción junto con Chipre», Silvina Bacigalupo, presidenta de TI-España pic.twitter.com/gQfQbOZ5Xr
— Transparencia Int.ES (@TISpain) 29 de enero de 2019
Como conclusión, TI-España destaca muy especialmente que «luchar contra la corrupción es una forma de luchar por la democracia, de reivindicarla y de recuperar la legitimación de sus instituciones basada en sus valores esenciales».