Dos nuevas mujeres han acusado de conducta inapropiada al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, que está envuelto en una importante crisis por alegaciones de supuesto acoso y por su gestión de la pandemia en los geriátricos del estado.
Los detalles: las acusaciones, de las que informan por separado The Washington Post y The Wall Street Journal, son de dos profesionales que trabajaron en el pasado con Cuomo y se suman a los testimonios de otras dos mujeres que alegan que el político las acosó.
Ana Liss, que entre 2013 y 2015 trabajó con Cuomo, ha asegurado a The Wall Street Journal que el gobernador le hizo preguntas personales, se refirió a ella como «encanto» («sweetheart» en inglés), le tocó la espalda durante una recepción y le besó la mano.
Liss ha explicado que inicialmente percibió esos comportamientos como «flirteos inofensivos», pero con el tiempo ha pasado a verlos como una actitud «condescendiente» con ella como mujer. «No es apropiado en ningún contexto», ha defendido al diario.
Mientras, The Washington Post publicó el pasado sábado un amplio reportaje en el que varias personas que han trabajado con Cuomo, tanto hombres como mujeres, critican su comportamiento en el entorno laboral. Entre los relatos figura el de Karen Hinton, que fue responsable de prensa del político hace dos décadas y que asegura que Cuomo la abrazó de forma inapropiada en un hotel, lo que la llevó a dejar apresuradamente la habitación en la que se encontraban.
Un portavoz de Cuomo aseguró al Post que ese episodio nunca ocurrió y recalcó que Hinton es una «conocida antagonista» del gobernador que está «aprovechándose del momento» con acusaciones «inventadas de hace 21 años». Además, otras tres mujeres jóvenes que trabajaron recientemente con el gobernador han afirmado que Cuomo les hizo preguntas sobre su vida sentimental, algo que no vieron como proposiciones románticas, pero sí como una cultura degradante para la mujer en el lugar de trabajo.
Cuomo reconoció el pasado miércoles este tipo de comportamientos, pidiendo perdón a las mujeres que pudo haber hecho sentirse «incómodas». «Entiendo que actué de una manera que hizo a la gente sentirse incómoda, no fue intencionado y franca y profundamente pido perdón por ello, me siento muy mal por eso», ha dicho Cuomo en una rueda de prensa en la que ha subrayado que cooperará totalmente con la investigación sobre los hechos que llevará a cabo la Fiscalía General del estado. «Pido perdón a las jóvenes mujeres que trabajaron aquí, que dicen que les hice sentirse incómodas», ha afirmado.
Cuomo, que ha declarado sentirse «avergonzado» ante las preguntas de los periodistas, ha subrayado que «nunca» fue consciente «en esos momentos» de que estaba haciendo que alguien se sintiera incómoda y ha hecho hincapié en que ha «aprendido». Mientras, ha negado tajantemente haber tocado de forma inapropiada a ninguna mujer y ha dejado claro que no va a dimitir.
La presión sobre el gobernador se ha disparado en los últimos días, tanto por las acusaciones de acoso como por las informaciones que apuntan que su equipo ha alterado informes sobre el impacto de la COVID-19 en geriátricos para ocultar la alta mortalidad.