El escándalo del correo de Hillary Clinton demuestra lagunas en la Ley de Libertad de Información
La investigación realizada por la Oficina del Inspector General, organismo de control del Departamento de Estado, concluye que la FOIA, en sus siglas en inglés, no autoriza la búsqueda de cuentas de correo personales en servidores privados. Según la ley actual los empleados estatales que utilicen el correo electrónico personal para asuntos oficiales están obligados a enviar una copia del correo a la cuenta de su respectivo departamento en un plazo de 20 días. El informe revela que Clinton no tenía una dirección de correo electrónico del Departamento de Estado a la que poder reenviar el tráfico de mensajes de su cuenta personal.
El uso poco ortodoxo que Hillary Clinton hizo de su cuenta personal para sus comunicaciones como Secretaria de Estado ha puesto en evidencia las lagunas que tiene la Ley de Libertad de Información.
La investigación realizada por la Oficina del Inspector General, organismo de control del Departamento de Estado, concluye que la FOIA, en sus siglas en inglés, no autoriza la búsqueda de cuentas de correo personales en servidores privados. Según la ley actual los empleados estatales que utilicen el correo electrónico personal para asuntos oficiales están obligados a enviar una copia del correo a la cuenta de su respectivo departamento en un plazo de 20 días. El informe revela que Clinton no tenía una dirección de correo electrónico del Departamento de Estado a la que poder reenviar el tráfico de mensajes de su cuenta personal.