Las iniciativas ciudadanas se normalizan en Grecia
El colapso económico de Grecia ha terminado por despertar el instinto más poderoso del ser humano: el de la supervivencia. Y los griegos han decidido salir adelante con sus propias iniciativas, haciendo gala de su imaginación para crear espacios de uso popular aparentemente fuera del alcance de las autoridades. En las calles de Atenas brotan los espectáculos musicales improvisados y el gentío se reúne en centros donde se puede conversar tranquilamente, jugar o incluso compartir alimentos. Uno de los principales puntos de reunión es el Parque Navarinou, gestionado por la junta vecinal. Algunas opiniones lo describen como un movimiento social imparable. Otras lo definen simplemente como «espíritu de solidaridad».
Después de los intentos fallidos del gobierno griego de cambiar el statu quo del país, los ciudadanos han decidido emprender sus propias iniciativas. En Atenas, las concentraciones populares reclaman espacios públicos cada vez con más frecuencia. Edificios abandonados, aparcamientos, parques… Cualquier lugar que se pueda transformar en escenarios útiles para el conjunto de los ciudadanos como cines al aire libre, jardines didácticos o campos deportivos.
El colapso económico de Grecia ha terminado por despertar el instinto más poderoso del ser humano: el de la supervivencia. Y los griegos han decidido salir adelante con sus propias iniciativas, haciendo gala de su imaginación para crear espacios de uso popular aparentemente fuera del alcance de las autoridades. En las calles de Atenas brotan los espectáculos musicales improvisados y el gentío se reúne en centros donde se puede conversar tranquilamente, jugar o incluso compartir alimentos. Uno de los principales puntos de reunión es el Parque Navarinou, gestionado por la junta vecinal. Algunas opiniones lo describen como un movimiento social imparable. Otras lo definen simplemente como «espíritu de solidaridad».