China pondrá nota a sus ciudadanos para premiarlos o castigarlos según su conducta
El Gobierno no ha anunciado exactamente cómo funcionará el plan, aunque la idea es premiar el buen comportamiento y castigar el malo, como por ejemplo prohibiendo los viajes a aquellas personas que no tengan una conducta adecuada. El llamado ‘sistema de crédito social’ fue planteado el año pasado por el Consejo de Estado, pero había quedado aparcado. Sin embargo, ahora ha vuelto a salir a la luz en un documento del Partido Comunista sobre el decimotercer Plan Quinquenal, que fija los objetivos del país para el próximo lustro. Se trata de una iniciativa que busca dotar al gigante asiático de una herramienta para medir el grado de fiabilidad de cada individuo a la hora de devolver créditos recibidos, algo que ya existe en muchos países democráticos. Sin embargo, el régimen comunista no oculta que quiere darle un sentido más amplio y recoger información sobre las actividades administrativas, comerciales, sociales y judiciales de sus ciudadanos, según se desprende del borrador presentado el año pasado por el Gobierno.
Imagina un mundo en el que un gobierno supervisa todo lo que haces para castigarte o premiarte según tu conducta. Es lo que China quiere conseguir para 2020, establecer el denominado ‘sistema de crédito social’ en el que implantará una enorme base de datos donde irá puntuando a sus ciudadanos.
El Gobierno no ha anunciado exactamente cómo funcionará el plan, aunque la idea es premiar el buen comportamiento y castigar el malo, como por ejemplo prohibiendo los viajes a aquellas personas que no tengan una conducta adecuada. El llamado ‘sistema de crédito social’ fue planteado el año pasado por el Consejo de Estado, pero había quedado aparcado. Sin embargo, ahora ha vuelto a salir a la luz en un documento del Partido Comunista sobre el decimotercer Plan Quinquenal, que fija los objetivos del país para el próximo lustro. Se trata de una iniciativa que busca dotar al gigante asiático de una herramienta para medir el grado de fiabilidad de cada individuo a la hora de devolver créditos recibidos, algo que ya existe en muchos países democráticos. Sin embargo, el régimen comunista no oculta que quiere darle un sentido más amplio y recoger información sobre las actividades administrativas, comerciales, sociales y judiciales de sus ciudadanos, según se desprende del borrador presentado el año pasado por el Gobierno.