La Comisión Europea aprueba definitivamente la compra del Popular por el Santander
La Comisión Europea (CE) ha dado su aprobación definitiva a la compra del Banco Popular por parte del Banco Santander, que lo adquirió por un euro el pasado 7 de junio con la resolución de la entidad, según ha informado este martes el Ejecutivo comunitario. Bruselas ha precisado en un comunicado que la operación no plantea problemas de competencia en el Espacio Económico Europeo (EEE). En concreto, ha considerado que las cuotas de mercado conjuntas de los dos bancos son limitadas (inferiores al 25 %) y seguirá habiendo competidores fuertes en todos los mercados afectados.
La Comisión Europea (CE) ha dado su aprobación definitiva a la compra del Banco Popular por parte del Banco Santander, que lo adquirió por un euro el pasado 7 de junio con la resolución de la entidad, según ha informado este martes el Ejecutivo comunitario. Bruselas ha precisado en un comunicado que la operación no plantea problemas de competencia en el Espacio Económico Europeo (EEE). En concreto, ha considerado que las cuotas de mercado conjuntas de los dos bancos son limitadas (inferiores al 25 %) y seguirá habiendo competidores fuertes en todos los mercados afectados.
La Comisión ha añadido que ha investigado la incidencia de la operación en los mercados nacionales y regionales españoles y portugueses de servicios bancarios minoristas y empresariales, de arrendamiento financiero, de gestión de deudas con descuento y de prestación de servicios de cajero automático.
El pasado 6 de junio, el Banco Central Europeo (BCE) decretó que el Banco Popular era «una entidad inviable o con probabilidad de serlo» y lo comunicó a la Junta Única de Resolución, que durante la madrugada ordenó la resolución de la entidad. El Santander se hizo entonces con el 100 % del Banco Popular por un euro simbólico y anunció su intención de proceder a una ampliación de capital de 7.000 millones de euros (7.891 millones de dólares) para asegurar la operación.
Si bien los titulares de cuentas y de depósitos no sufrieron merma alguna, con independencia del importe de los ahorros, los accionistas y tenedores de deuda perdieron el 100 % de la inversión, lo que abrió la puerta a numerosos procesos judiciales. La Comisión también había otorgado el 7 de junio al Banco Santander una excepción por la que se le permitió adoptar las medidas necesarias para garantizar la estabilidad financiera del Banco Popular a la espera de que el Ejecutivo comunitario aprobase la operación conforme a las normas europeas de competencia.
La decisión de este martes es elemento final del proceso de autorización por parte de la Comisión de la adquisición y sucede a la aprobación por la Comisión el 7 de junio de 2017 del plan de resolución del Banco Popular de conformidad con la normativa sobre reestructuración y resolución bancarias, que se basaba en un régimen de resolución propuesto por la Junta Única de Resolución (JUR).