Comienza la investigación pública del incendio de la Torre Grenfell
La investigación pública sobre el incendio que en el pasado mes de junio destruyó la Torre Grenfell, en Londres, ha comenzado este jueves. Al menos 80 personas murieron en el incendio, que causó una gran indignación social a medida que se conocían los detalles sobre las condiciones de seguridad de este edificio de viviendas sociales.
La investigación pública sobre el incendio que en el pasado mes de junio destruyó la Torre Grenfell, en Londres, ha comenzado este jueves. Al menos 80 personas murieron en el incendio, que causó una gran indignación social a medida que se conocían los detalles sobre las condiciones de seguridad de este edificio de viviendas sociales.
La investigación, que ha empezado con un minuto de silencio, está a cargo del juez retirado Martin Moore-Bick. En ella se evaluarán las causas del fuego y la forma en la que se extendió, las regulaciones en materia de edificios altos y la respuesta de las autoridades locales del oeste de Londres.
Moore-Bick ha dicho que quiere dar respuesta a “cómo pudo ocurrir un desastre semejante en el Londres del siglo XXI”. El juez ha dicho que confía en poder dar “algo de consuelo” a los afectados y ha admitido la “ira y traición” que sienten los sobrevivientes del incendio. “Sé que los últimos meses el mundo cambió para los que viven en North Kensington y que los ex residentes de la torre y los vecinos sienten una gran sensación de ira y traición. Esto es totalmente natural y comprensible”, ha dicho.
El magistrado ha pedido la cooperación de todos aquellos que tengan “pruebas relevantes que aportar” y que, para que la investigación pueda conocer toda la verdad sobre las causas del incendio, él debe “buscar todas las pruebas y evaluarlas”, informa Efe.
Se estima que la investigación durará hasta la primavera de 2018, cuando se espera que el juez presente un informe provisional, y de momento no hay perspectivas de que haya un juicio penal, informa AFP.
Todavía no hay nadie imputado por el incendio, que fue originado por el fallo de un frigorífico en una de las plantas y se extendió con rapidez al resto del edificio. Tras el trágico suceso, se conoció que el edificio no contaba con aspersores antiincendios, que había solo una escalera y que el revestimiento exterior era altamente inflamable.