Rusia conmemora el centenario de la Revolución de Octubre
Rusia se tiñe de rojo para conmemorar este martes el centenario de la Revolución de Octubre, un momento clave para su política en el siglo XX, en que el Kremlin quiere evitar otorgarle gloria al cambio de régimen que hubo mediante el uso de la fuerza.
Rusia se tiñe de rojo para conmemorar este martes el centenario de la Revolución de Octubre, un momento clave para su política en el siglo XX, en que el Kremlin quiere evitar otorgarle gloria al cambio de régimen que tuvo lugar con esta revolución debido a que se llevó a cabo mediante el uso de la fuerza.
El aniversario de la Revolución se ha celebrado en otras ocaciones por todo lo alto con un portentoso desfile militar en la Plaza Roja el 7 de noviembre, pero este año el programa del centenario se ha rebajado ligeramente, con exposiciones y coloquios con especialistas.
A pesar de una menor celebración, sí habrá un desfile militar en la Plaza Roja, pero estará protagonizado por los uniformes que se usaron en el 1941 en la batalla de Moscú, durante la Segunda Guerra Mundial. Los pocos eventos previstos para el público tendrán como objetivo destacar la importancia de la unidad nacional y la reconciliación, evitando los temas sensibles.
«¿Por qué deberíamos celebrar un evento de este tipo?«, ha expresado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a los periodistas. El Kremlin considera que las conmemoraciones de la Revolución deben servir para sacar «lecciones» del pasado, en las que se prevenga cualquier intención de revelación al poder por parte de la calle, sobre todo tan cerca de la elección presidencial de marzo de 2018, en la se espera que Putin se presente para intentar obtener su cuarto mandato.
El Partido Comunista sigue siendo la mayor fuerza opositora en el parlamento ruso y tiene previsto realizar una concentración rodeando una estatua de Karl Marx, no muy lejos del Kremlin. Pero no se espera demasiada afluencia para este evento, se calcula que asistirán unos 5.000 participantes.
Por otra parte, el movimiento de izquierda nacionalista ‘Otra Rusia‘, liderado por el escritor Eduard Limonov, también tiene prevista una manifestación con la autorización de las autoridades, para evitar que se repita lo ocurrido el pasado lunes, cuando una veintena de sus simpatizantes fueron arrestados por manifestarse en San Petersburgo, ya que salieron a las calles en respuesta a la llamada de un líder opositor en exilio, junto con decenas de miembros de grupos nacionalistas y de extrema derecha.
De momento el presidente ruso, Vladimir Putin, ha preferido no participar en la mayor parte de los eventos celebrados para conmemorar el centenario, incluyendo un espectáculo luminoso en 3D que se proyectará este fin de semana en la fachada del Palacio de Invierno de San Petersburgo, su ciudad natal.
Uno de los pocos eventos en los que ha participado ha sido la inauguración de una nueva iglesia en Moscú, y la ha calificado como algo «profundamente simbólico«, refiriéndose a la ironía de que la llegada al poder de los revolucionarios en 1917 implicó la destrucción del clero y la persecución de los creyentes. A finales de octubre, Putin inauguró un memorial en homenaje a las víctimas de la represión política, y expresó que pretendía «dejar atrás» las divisiones del pasado. La Revolución «es una parte integral y compleja de nuestra historia», que tiene que «ser tratada objetivamente y con respeto», ha declarado Putin.
Un 58% de la población no está al tanto de las conmemoraciones, según ha revelado un estudio realizado por el Partido Comunista. «El país que una vez contó su existencia a partir de octubre ahora asiste al centenario con un silencio ensordecedor», ha subrayado el historiador Ivan Kurilla en el diario Vedomosti.