Uno de cada tres trabajadores surcoreanos invierte en criptomonedas
Casi la tercera parte de los trabajadores de Corea del Sur ha invertido en criptomonedas, según una encuesta publicada este miércoles en el país asiático. El estudio, llevado a cabo por el portal de búsqueda de empleo surcoreano Saramin, muestra que un 31% de los trabajadores encuestados había invertido en divisas virtuales, con una inversión media per cápita de 5,66 millones de wones (4.438 euros).
Casi la tercera parte de los trabajadores de Corea del Sur ha invertido en criptomonedas, según una encuesta publicada este miércoles en el país asiático. El estudio, llevado a cabo por el portal de búsqueda de empleo surcoreano Saramin, muestra que un 31% de los trabajadores encuestados había invertido en divisas virtuales, con una inversión media per cápita de 5,66 millones de wones (4.438 euros).
El 44,1% de los encuestados invirtió menos de un millón de wones (782 euros), mientras que el 12,9% reconoció haber invertido más de 10 millones de wones (7.838 euros). En cuanto a las ganancias obtenidas de estas inversiones, un 80,3% de los encuestados señaló que había ganado dinero, un 6,4 % que lo había perdido, y un 13,2%, que sus inversiones permanecían sin cambios.
Más de la mitad de estos trabajadores -un 54,2 %- afirmó que habían decidido comenzar a invertir en criptomoneda porque es «la forma más rápida de ganar dinero». Por otra parte, el porcentaje restante lo hizo porque «es fácil invertir cantidades pequeñas».
Corea del Sur es uno de los mercados de criptomoneda más importantes, con cerca de dos millones de personas en posesión de divisas virtuales como bitcóin o ethereum, según datos recogidos por la agencia local Yonhap. Las criptodivisas se han convertido en un medio popular de pago en Corea del Sur y Japón, pero también una forma de depositar los ahorros o como fondo de pensiones ante los ínfimos rendimientos de otros activos de inversión.
A pesar de esto, los analistas también advierten a los inversores de un posible efecto burbuja, ya que el fuerte incremento en la cotización de estas monedas no es un reflejo de su precio real, por lo que existe un riesgo de una fuerte caída.