Noam Chomsky, premio BBVA de Humanidades y Ciencias Sociales por su aportación al lenguaje
La principal aportación del lingüista y politólogo es que el cerebro humano nace programado con las reglas de la gramática universal
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento ha sido concedido en la nueva categoría de Humanidades y Ciencias Sociales a Noam Chomsky (Filadelfia, 1928) como reconocimiento a su contribución «sin parangón al estudio del lenguaje humano», según el acta del Jurado.
Chomsky, reconocido lingüista, filósofo, politólogo y activista estadounidense, fue un precursor cuando a finales de los años cincuenta del siglo pasado planteó que el cerebro humano posee un conocimiento innato que le permite adquirir y desarrollar el lenguaje, una teoría que en la actualidad está aceptada y cuyas implicaciones han impulsado nuevas vías de investigación en muy diversos campos científicos y humanísticos. Hizo posible el estudio «tanto desde el punto de vista científico como humanístico» del que podría ser considerado «el producto cognitivo más distintivo de la humanidad», añade el Jurado.
El lingüista estadounidense Noam Chomsky ha ganado el #PremioFronteras en #Humanidades y #CienciasSociales por sus contribuciones "sin parangón" al estudio del lenguaje humano. Aquí podéis descubrirle: https://t.co/kvV33N0Fi6 pic.twitter.com/tvuYPVPJWb
— Fundación BBVA (@FundacionBBVA) April 16, 2019
A partir de sus trabajos, el lenguaje pasa a ser además de un instrumento para la comunicación, un objeto cognitivo-biológico que emana de la mente humana, y por tanto, en sí mismo, una ventana al funcionamiento del cerebro.
«La contribución fundamental de Chomsky es haber desarrollado por primera vez una teoría del lenguaje incardinada en el sistema cognitivo de los seres humanos, un enfoque que permite abordar el lenguaje como parte del mundo natural», ha manifestado Ignacio Bosque, catedrático de Lengua Española de la Universidad Complutense de Madrid, miembro de la Real Academia Española y nominador de la candidatura de Chomsky al Premio Fronteras del Conocimiento.
La teoría de Chomsky ha permitido desarrollar estudios muy pormenorizados de las propiedades formales de múltiples lenguas humanas y el surgimiento de una nueva lingüística comparada, además de haber sentado las bases para el estudio científico de la adquisición y desarrollo del lenguaje.
Catedrático emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y catedrático de la Universidad de Arizona, el primer libro de Chomsky, Estructuras sintácticas, es un tratado sobre lingüística elaborado con notas de sus clases. Fue publicado en 1957 con apenas 29 años y en él se introduce el concepto de gramática generativa: la idea de que las reglas gramaticales de todas las lenguas son generadas por una gramática universal que el cerebro humano posee de manera innata.
«A pesar de que las lenguas humanas presentan enormes diferencias entre sí, al menos aparentes, las relaciones que se dan entre esos segmentos son constantes, y son sensibles, además, a su constitución interna», declara Ignacio Bosque.
En un primer momento, las aportaciones de Chomsky fueron recibidas con críticas porque suponían un choque total con las teorías aceptadas entonces por los lingüistas, ya que dejaba en evidencia las lagunas del saber establecido con ejemplos como el de su famosa frase Colorless green ideas sleep furiously (Las ideas verdes incoloras duermen furiosamente), una construcción que reconocemos como gramaticalmente correcta, aunque no tenga sentido. Para Chomsky, esto evidenciaba que la capacidad para reconocer la estructura formal correcta de una oración está basada en los principios de una gramática universal e innata.
Sin embargo, ese primer trabajo y las publicaciones posteriores dieron un vuelco radical al estudio del lenguaje, aproximándolo a la Psicología y a la Biología. De hecho, durante los años 60 y 70 las obras de Chomsky estaban entre las más citadas en el área de Humanidades, y en la actualidad se consideran el embrión de disciplinas del todo nuevas, como la Psicolingüística.
Uno de los problemas a los que mejor responde la teoría de Chomsky es el de la rapidez con que se adquiere el lenguaje. Se estima que, entre los dos y los ocho años, los niños aprenden un término nuevo cada hora que están despiertos.
Durante la primera mitad del siglo XX, la teoría conductista explicaba este aprendizaje como un proceso de ensayo y error: expuestos al lenguaje, los niños responden imitando lo que escuchan y corrigiendo los fallos. Para Chomsky, en cambio, la mera respuesta a estímulos no explica la capacidad de los niños para crear oraciones del todo nuevas.
La habilidad de producir un número infinito de estructuras –las oraciones– a partir de un número finito de elementos –las palabras– implica que el cerebro humano nace programado con las reglas de la gramática universal que subyace a todas las lenguas, y que, por tanto, la adquisición del lenguaje no depende únicamente de aprender e imitar lo que otros hablantes le enseñan al niño.
En obras como Aspectos de la teoría de sintaxis (1965), Estudios sobre la reacción y el ligamiento (1981) y El programa minimalista (1992), Chomsky ha desarrollado el conjunto de sus propuestas lingüísticas y de la relación entre el lenguaje y el funcionamiento del cerebro.
Los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, creados en el año 2008, reconocen e incentivan contribuciones de singular impacto, en especial aquellas que amplían significativamente el ámbito de lo conocido, hacen emerger nuevos campos o son fruto de la interacción entre diversas áreas disciplinares, en diferentes dominios de la ciencia, el arte y las humanidades.