Varias ONG acusan a Uber de contaminar las ciudades europeas
Transport and Environment insta a la empresa a «reducir a cero las emisiones de sus trayectos para 2025, ayudando a sus conductores a reemplazar sus coches»
Varias ONG han acusado este jueves a la plataforma Uber[contexto id=»383900″], generalmente considerada como una solución para el transporte urbano, de aumentar la contaminación en las grandes ciudades europeas, especialmente con sus coches diésel. La plataforma de reserva de vehículos, una alternativa al coche particular, revolucionó el muy regulado mercado del taxi, atrayendo a miles de nuevos conductores, ha recordado Transport and Environment, que reagrupa a las ONG en Europa que promueven el transporte sostenible.
Pero el resultado es que «el gran aumento de conductores de Uber no ha sido compensado por una caída similar de licencias de taxis» ni «ha acelerado la reducción de trayectos en coche en Londres y París», según un estudio elaborado por la entidad. Por el contrario, «la conveniencia del puerta a puerta y de poder reservar mediante una aplicación hace que desplazarse en coches (alquilados) en las ciudades sea cada vez más popular, lo que podría provocar que se revierta la tendencia a la baja de los trayectos en los últimos 15 años», indica Transport and Environment en su informe.
Así, el éxito de la plataforma estadounidense en las ciudades europeas también «hace peligrar la lucha contra la contaminación y las emisiones». El estudio estima que la actividad de Uber en Londres, París y Bruelas produce unas 525.000 toneladas de CO2 anuales, equivalentes a las emisiones de 250.000 coches. Estos vehículos funcionan en su mayoría con diésel.
La plataforma, líder en el sector de Vehículos de Turismo con Conductor (VTC), contaba con 3,5 millones de usuarios en Londres en 2018 y 2,7 millones en Francia, según estas ONG. «Uber trabaja activamente con las ciudades en Europa para mejorar el acceso a los modos de transporte limpios», ha respondido un portavoz de Uber consultado por AFP.
La plataforma ha puesto como ejemplo los trayectos compartidos o las bicicletas eléctricas que también alquila y ha afirmado que por ahora la compra de coches eléctricos es demasiado cara para sus conductores. Transport and Environment ha instado a Uber a «reducir a cero las emisiones[contexto id=»381730″] de sus trayectos para 2025, ayudando a sus conductores a reemplazar sus coches».