CaixaBank ha relanzado su servicio de banca móvil para jóvenes, ImaginBank. La marca de la entidad catalana cuenta ahora con una serie de nuevos servicios con los que espera afianzar su clientela de menor edad y con un lavado de cara que incluye una nueva imagen corporativa y un nuevo nombre, Imagin.
Por qué es importante: la banca móvil viene, desde hace años, ganando terreno entre el público millennial. Los neobancos españoles cuentan hoy con cientos de miles de usuarios y las entidades tradicionales aprovechan estas nuevas demandas del mercado para lanzar o afianzar sus servicios de banca digital y móvil.
Entre las novedades de Imagin, que ofrece servicios financieros y no financieros, está el lanzamiento de tres aplicaciones distintas (para sendos perfiles de usuarios) y el hecho de que el cliente no tendrá que abrir una cuenta bancaria con la entidad para operar, sino simplemente registrarse con una dirección de correo electrónico y una contraseña.
Las nuevas aplicaciones de CaixaBank son ImaginKids («dirigida a niños de 0 a 11 años y muy enfocada hacia la educación financiera a través de juegos», según la empresa), ImaginTeens («diseñada para adolescentes de 12 a 17 años, con contenidos y servicios pensados para jóvenes que empiezan a necesitar soluciones para sus primeras compras y para iniciarse en la gestión de sus finanzas personales») y la propia Imagin («para usuarios a partir de 18 años»).
Además de los propiamente financieros, la entidad ofrece para todos los usuarios registrados, tengan o no tengan una cuenta bancaria, una serie de servicios que incluyen música, videojuegos, tendencias y tecnología. Además, la oferta se completa con experiencias fruto del acuerdo de la empresa con compañías digitales como Booking, eDreams o Rentalcars.
Imagin arranca su andadura con una base de 2,6 millones de clientes, inclyendo los usuarios de ImaginBank y los clientes del sector infantil y juvenil de Caixabank. A partir de ahí, «las perspectivas de ampliar a corto plazo la base de clientes son altas, gracias al crecimiento de la oferta de servicios y a la creación de diversos niveles de vinculación, que, a diferencia de los bancos tradicionales, no necesariamente implican el alta como cliente financiero», explica la empresa.