TikTok, propiedad de la china ByteDance, ha demandado este lunes al Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por promulgar una ley que prohíbe cualquier transacción o negocio con esa empresa en el país norteamericano.
La clave: TikTok alega que la orden ejecutiva del presidente Trump, firmada a principios de agosto, «no se basa en preocupaciones genuinas de seguridad nacional»: «La orden ejecutiva emitida por la Administración el 6 de agosto de 2020 tiene el potencial de despojar a nuestra comunidad de los derechos sin ninguna evidencia que justifique una acción tan extrema y sin el debido proceso».
La Administración de Trump sostiene que TikTok supone una «amenaza» para la seguridad nacional de EEUU, por lo que impidió sus transacciones a partir del próximo 15 de septiembre, y está tratando de forzar su venta a una empresa estadounidense como Microsoft, que ha mostrado interés por la popular red social. En su orden ejecutiva, Trump aseguró que TikTok crea «riesgos reales» para EEUU, por lo que prohibió cualquier negocio con su empresa matriz, un movimiento que puede obligar a ByteDance a vender su red social.
La demanda representa un paso más en la disputa entre TikTok y la Casa Blanca. Todo empezó con la primera orden ejecutiva de Trump contra TikTok, que deriva de su autoridad legal de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que permite al presidente regular las transacciones económicas en una emergencia nacional.
Las Administraciones anteriores lo han utilizado para sancionar a Gobiernos extranjeros, así como a los capos de la droga y los piratas informáticos, pero nunca lo han utilizado contra una empresa de tecnología global.
TikTok, que en EEUU tiene más de 80 millones de usuarios, es una de las redes sociales que más ha crecido en los últimos años, donde se ha convertido en el principal entretenimiento para muchos adolescentes y un canal de marketing para importantes celebridades.
La Administración Trump, así como importantes congresistas demócratas, han insistido que el uso tan extendido de TikTok pone en riesgo la privacidad de los datos de estadounidenses y la seguridad nacional, ya que está expuesta a través de ByteDance a instrucciones e intervención del Gobierno chino. El Ministerio de Exteriores de China se opone también a la venta forzada de TikTok, una operación que en su opinión viola los principios de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
De hecho, el Gobierno chino ve la intención de vender TikTok como un capítulo más de la guerra comercial entre Pekín y Washington, que intenta contener el cada vez mayor poderío tecnológico del gigante asiático, que ya ha visto cómo la firma de telecomunicaciones Huawei ha tenido que enfrentarse a restricciones. Los intentos para presionar a TikTok son vistos también con preocupación por gigantes tecnológicos con ambiciones globales como Alibaba y Tencent.