Ganancias en las empresas industriales, aumento del comercio internacional y el mayor rascacielos horizontal del mundo. China avanza sin frenos en su recuperación económica tras ser el epicentro de la pandemia del COVID-19
Cuando en el mes de febrero veíamos en nuestros televisores las calles desiertas de Wuhan, escuchábamos las duras cuarentenas a las que se estaba sometiendo el país y comentábamos (aún con la comodidad del que siente lejos el problema) cada nueva información relacionada con el coronavirus, era difícil imaginar que China sería el país con mayor crecimiento económico este 2020.
Pese a que Estados Unidos también ha conseguido recuperarse, en cierta manera, de los efectos que la pandemia ha ocasionado a la economía, la de China está siendo la recuperación más rápida del planeta. Según apuntan los indicadores económicos oficiales chinos, las empresas industriales de la gran potencia han crecido en el mes de agosto por cuarto mes consecutivo. Una diferencia colosal en comparación con las economías europeas, que se muestran muy resentidas tras las largas cuarentenas y el parón económico en el que ha estado sumergido el continente durante meses.
Datos económicos oficiales
Estas ganancias de las empresas industriales se han cuantificado en un crecimiento de un 19,1% interanual en el mes de agosto y de un 19,6% interanual en julio. Estos datos para las empresas industriales son los mejores desde junio de 2018. Aunque las compañías aún enfrentan ciertas presiones, ya que las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos podrían estropear las perspectivas del comercio internacional.
Todos los indicadores económicos de agosto, desde las exportaciones hasta los precios al productor, apuntan hacia una recuperación económica del sector industrial. El superávit comercial fue de 416.590 millones de yuanes, o lo que es lo mismo, 51.542 millones de euros en este mes. Por su parte, en julio, el comercio internacional chino se incrementó en un 6,5% en relación con el año pasado, llegando a los 2,93 billones de yuanes (362.316 millones de euros). Aún así, el Gobierno chino ha puesto en funcionamiento medidas para reactivar la economía, que pasan por una serie de reducciones en los impuestos y en los costes de producción.
Medidas económicas impuestas por el Gobierno chino
No es casualidad que la economía china se haya recuperado tan rápido de la pandemia. Esta recuperación en forma de ‘V’, es decir, con un crecimiento precoz y ascendente, se debe, en gran parte, a las medidas impulsadas desde el Gobierno para fortalecer e impulsar su economía, que se había visto resentida por el COVID-19 y por la cuarentena vivida en el país asiático. Lo cierto es que desde el Gobierno chino no han escatimado en reformas para recuperar el crecimiento económico.
Antes del 11 de marzo (día en que la OMS declaró al coronavirus una pandemia), el Ejecutivo chino ya había puesto en marcha medidas como una bajada del precio de la electricidad para las empresas (decisión que posteriormente se extendió hasta finales de año), un aumento de los préstamos a pymes y reducciones de las tasas portuarias, entre otras.
En los meses sucesivos se continuaron aprobando diferentes reformas para apoyar a las empresas y hacer reflotar a la economía. Por ejemplo, destacan las políticas fiscales para ayudar a autónomos y agricultores (incluyendo exenciones de impuestos), la reducción de los costes de los servicios de banda ancha y acceso a Internet en un 15% o la exención del IVA para los servicios como transporte público, restaurantes y hoteles, turismo y entretenimiento, cultura y deportes. Además, los impuestos sobre la renta corporativa tanto de las pymes como de los autónomos se pospondrán para el año que viene.
Por último, uno de los grupos de supermercados más grandes del país recibió la aprobación del Ministerio de Finanzas chino para vender productos libres de impuestos.
Economía e innovación: dos conceptos que van de la mano
La boyante economía china ha dejado su reflejo en la ciudad de Chongqin, al suroeste del país, donde en junio, apenas unos meses después del inicio de la pandemia, han inaugurado el rascacielos horizontal más grande del mundo (y también uno de los más caros). En total, el desembolso ha sido de 4.800 millones de dólares. Su nombre es Crystal y está situado a una altura de 250 metros de altura, sobre cuatro torres de oficinas.
Aunque los récords en cuanto a tecnología e infraestructuras no son nuevos para los chinos. Otro ejemplo son los trenes bala autónomos que entraron en funcionamiento en enero. Son capaces de alcanzar los 350 kilómetros por hora y, pese a que hay un operario por mera seguridad, no necesitan de un conductor, ya que, como su propio nombre indica, son autosuficientes.
Las políticas monetarias que viene aplicando China desde el inicio de la pandemia han sido las artífices de su pronta recuperación. Seguiremos viendo crecer al gigante asiático.
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