El estadounidense Paul Milgrom, de 72 años, y su compatriota Robert Wilson, de 83, han ganado el premio Nobel de Economía 2020 por su teoría sobre la optimización de subastas, utilizada en la asignación de frecuencias de telecomunicaciones, como la 5G.
En contexto: el Nobel de Economía ha puesto fin a una edición muy femenina por el récord de mujeres que han sido galardonadas este año con estos prestigiosos premios. Los galardonados, que comparten cerca de un millón de euros por cada disciplina, recibirán este año su reconocimiento en su país de residencia, debido al coronavirus.
El nombre oficial del galardón es el Premio Sveriges Riksbank (banco central de Suecia) en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel. Pese a que es el premio más prestigioso para un investigador en economía, el premio no ha adquirido el mismo rango que las disciplinas elegidas por Alfred Nobel en su testamento fundacional (medicina, física, química, paz y literatura). De hecho, su detractores se burlan de él como un «falso Nobel» que representa en exceso a los economistas ortodoxos y liberales.
En 2019 fueron premiados la franco-estadounidense Esther Duflo y los norteamericanos Abhijit Banerjee y Michael Kremer por sus trabajos para reducir la pobreza en el mundo.
BREAKING NEWS:
The 2020 Sveriges Riksbank Prize in Economic Sciences in Memory of Alfred Nobel has been awarded to Paul R. Milgrom and Robert B. Wilson “for improvements to auction theory and inventions of new auction formats.”#NobelPrize pic.twitter.com/tBAblj1xf8— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 12, 2020
Milgrom y Wilson «han mejorado la teoría de las subastas e inventado nuevos formatos de subastas, beneficiando a los vendedores, compradores y contribuyentes de todo el mundo», ha explicado la Academia al anunciar los nombres de los galardonados.
De Wilson la Academia ha destacado que su trabajo «mostró por qué los postores racionales tienden a colocar ofertas por debajo de su mejor estimación del valor común: están preocupados por la maldición del ganador, es decir, por pagar demasiado y perder».
En cuanto a Milgrom, «formuló una teoría más general de las subastas que no solo permite valores comunes, sino también valores privados que varían de un postor a otro».
Ambos «no solo aclararon cómo funcionan las subastas y por qué los postores se comportan de cierta manera, sino que utilizaron sus descubrimientos teóricos para inventar formatos de subastas completamente nuevos para la venta de bienes y servicios».