La compra de locales comerciales a pie de calle para su transformación en viviendas se ha convertido en una tendencia cada vez más habitual, sobre todo en ciudades como Madrid o Barcelona. Sin embargo, aunque esta opción puede ser hasta un 35% más barata, los riesgos que conlleva pueden hacerla inviable.
Desde 2018, estas «nuevas viviendas» se han puesto de moda, fundamentalmente en los mercados más tensionados en los que los precios de la vivienda resultan prohibitivos para gran parte de la población, que ve además como prolifera el número de locales comerciales vacíos por cese de actividad.
El COVID-19 acelerará esta tendencia
Cada vez que la situación económica empeora el cambio de locales a vivienda cobra interés y en un contexto como el actual, marcado por el coronavirus, es aún mayor ya que en los próximos meses casi el 40% de los locales comerciales estarán disponibles, reconoce el vicepresidente de Alfa Inmobiliaria, Jesús Duque.
El comercio y muchas empresas de servicios con oficinas a pie de calle se están viendo muy penalizadas por esta crisis y en seis meses el cierre de negocios está siendo abrumador y las perspectivas no son nada esperanzadoras a corto plazo, ha agregado.
Además, la necesidad de liquidez de empresarios, autónomos o emprendedores está propiciando que muchos de estos locales cuelguen el cartel de «Se vende» y puedan ser adquiridos como vivienda. Prueba de ello, es que este tipo de anuncios, tanto en venta como en alquiler, se han incrementado casi un 20% durante la pandemia, reconocen desde Fotocasa.
Las ventajas de estas nuevas viviendas
El precio es el principal punto a favor de esta tendencia, ya que el metro cuadrado del suelo terciario es entre un 10% y un 20% más barato. También supone una alta rentabilidad para los inversores, que puede llegar al 10%. Además, en ocasiones, de un local se pueden extraer varias viviendas o diseñar una casa singular, apuntan desde Fotocasa.
Desde Pisos.com, su director de Estudios, Ferran Font, señala que la reforma de estos locales puede estar entre 30.000 y 40.000 euros y es, además, una oportunidad para que las administraciones puedan crear vivienda asequible y accesible para personas con movilidad reducida.
Manuel Jiménez, intermediario de REMAX Ability en Madrid, destaca también la altura de techos, que son espacios más abiertos, tienen independencia de acceso de las zonas comunes y en muchos casos está solucionando el problema de accesibilidad también para las personas mayores.
Riesgos elevados
El más importante de los inconvenientes es cambiar el uso de local a vivienda: debe cumplir una serie de requisitos que dependen de cada ayuntamiento y conlleva la elaboración de un proyecto técnico, dirección de obras, tasas, licencias y ejecución, lo que puede suponer un coste de hasta 900 euros por metro cuadrado, explican desde Hogaria.net.
Es fundamental lograr la cédula de habitabilidad en base a la normativa del Código Técnico de Edificación, requisitos que no son comunes para todas las poblaciones ni, en muchos casos, para los diferentes distritos de una ciudad, donde influyen las dimensiones mínimas, ventilación, luz o salida de humos, apuntan desde Alfa Inmobiliaria.
Hay que tener en cuenta, además, que no tiene que estar prohibido por la comunidad de propietarios y que los trámites burocráticos se pueden alargar más de 15 meses, agregan desde Fotocasa. No sólo hay que cumplir con todos los requisitos de una legislación muchas veces muy rígida, sino que además la reconversión no es inmediata, por lo que la disponibilidad de la vivienda tampoco, coinciden desde Pisos.com. Teniendo en cuenta las dificultades técnicas y administrativas que supone la transformación en viviendas, Idealista indica que la compra de locales no parece la mejor opción habitacional del mercado.