España es el país más afectado por la caída de la productividad debido a la pandemia del COVID-19 porque su economía es más vulnerable al depender de los sectores más afectados como el turismo, los hoteles y restaurantes y tener menos empresas manufactureras. Así se desprende de un artículo del boletín económico del Banco Central Europeo (BCE), que ha sido adelantado este martes, elaborado por Katalin Bodnár, Julien Le Roux, Paloma López-García y Bela Szörfi.
El artículo analiza el impacto de la pandemia del COVID-19 en la productividad de las empresas alemanas, francesas, italianas y españolas. Las empresas españolas tienen también más riesgos de recortar empleos que las francesas, las italianas y las alemanas, señala el documento.
Sin el apoyo público, el 25% de las empresas con empleados en España estaba en riesgo de no tener liquidez en el momento más agudo de la crisis, según los economistas del BCE. Estos resultados están en línea con los cálculos de la Comisión Europea (CE) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Las empresas con balances fuertes pudieron capear parcialmente las pérdidas incurridas con los colchones de capital.
«El severo impacto de la crisis en España y, en menor media, en Italia se basa en la composición de sus sectores» y que hay más empresas pequeñas en la estructura productiva, según el artículo. La crisis que ha generado la pandemia puede tener un efecto de limpieza en las compañías de baja productividad que más afectadas están por la crisis. Algo similar a lo que ocurrió con las firmas del sector de la construcción después de la crisis financiera y de que explotara la burbuja financiera.
El informe también señala que la rápida implementación de prestaciones públicas a los empleados a corto plazo ha mitigado «pérdidas de empleo permanentes» como consecuencia de las medidas de confinamiento. Las garantías estatales a los préstamos también han sido muy importantes para facilitar liquidez a las empresas. «Estas medidas son cruciales para proteger la economía de la zona del euro de cicatrices a largo plazo», consideran los economistas del BCE.
La pandemia del COVID-19 va a causar una fuerte caída del Producto Interior Bruto (BIP) en la zona del euro, mayor que otros acontecimientos como la pandemia de gripe de 1918 y 1919, las crisis del petróleo de 1973 y 1979 o la última crisis financiera. A corto plazo los economistas del BCE prevén que el COVID-19 tenga un fuerte impacto en la economía y a largo plazo no saben qué va a pasar, aunque el efecto podría frenarse, por ejemplo, si se logra una vacuna.