La vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha señalado este lunes que la nueva prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 31 de mayo debería centrarse en favorecer «la reincorporación de los trabajadores».
Lo más importante: «Lo que tenemos que hacer es ajustar los parámetros para estimular la reactivación, para favorecer la reincorporación de los trabajadores», ha apuntado Calviño en RNE cuestionada por cómo será esa nueva prórroga de los ERTE asociados a la pandemia y cuyas condiciones actuales terminan el 31 de mayo.
Calviño ha reconocido que los datos de empleo de marzo —que se publican mañana— no van a ser positivos pero que el mes ha ido de «menos a más» y que con marzo se deja atrás «un trimestre muy duro». En este sentido, la vicepresidenta ha defendido su decisión de no subir el salario mínimo interprofesional (SMI), frente al criterio de la ministra de Trabajo y ahora también vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz. «Creo que echando la vista atrás nos damos cuenta de lo importante y lo bueno que fue ser prudentes en este sentido», ha dicho.
De nuevo en cuanto a los ERTE, Calviño ha señalado que es urgente empezar a trabajar con los agentes sociales para ver cómo será ese «modelo de transición» para la segunda parte del año. El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, ya apuntó hace unos días que el «énfasis» en la nueva prorroga de los ERTE, en los que siguen cerca de 800.000 trabajadores, debería volver a estar en la activación, es decir, en exonerar más las cuotas de las empresas a la Seguridad Social por los trabajadores que salgan de un ERTE.
Junto a esto, la vicepresidenta segunda también ha reiterado la importancia de empezar a trabajar en un nuevo modelo del ERTE que pueda servir como mecanismo de flexibilidad interna de las empresas en lugar de los despidos. Ha insistido en la necesidad de abordar reformas en el mercado laboral simplificando los tipos de contrato con el indefinido o estable como el más normal en aras de reducir la excesiva temporalidad.
Pero, ha añadido, eso exige explorar todas las opciones «para que las empresas tengan otros mecanismos de flexibilidad interna» y ha destacado que se ha visto que los ERTE «pueden ser útiles».