La crisis de los chips ya afecta a la banca: Santander baja un 5% el crédito para coches

La crisis de los chips o semiconductores, que está afectando gravemente a la industria del motor y de los electrodomésticos, se ha trasladado ya a la banca. El Santander, líder de financiación al consumo en Europa, está sufriendo ya las consecuencias. En el tercer trimestre del año, la entidad redujo un 5% frente al trimestre anterior el volumen de créditos nuevos para la financiación de vehículos, un segmento clave para el grupo cántabro, según los datos recabados por THE OBJETIVE.

Con este descenso, el Santander ha ralentizado el importe otorgado para la adquisición de vehículos en los últimos doce meses, aunque todavía el saldo presenta crecimientos de doble dígito (11%) frente a septiembre de 2020 debido al impulso en la recta final del ejercicio pasado y la primera parte de 2021.

En la entidad aún no se ve preocupación por los efectos que podría tener sobre sus cuentas futuras la falta de chips, que está recortando la demanda de vehículos nuevos ante la espera para recibirlos por el retraso en la fabricación. Los tiempos de espera se alargan ya a los nueve meses. El director financiero del Santander, José García Cantera, señaló este miércoles en la presentación de los resultados del grupo que el descenso de los créditos se ha reflejado sobre todo en la primera parte del verano y que en las últimas semanas del mismo se observó una limitación de las caídas. Asimismo, el banco indica que los préstamos para la compra de vehículos usados presenta un comportamiento estable debido a la recuperación de la economía. El Santander sostiene que «se ha visto afectado en el tercer trimestre por la carencia de semiconductores en el mercado de automóvil nuevo, pero que, a pesar de ello, la actividad en septiembre se ha situado por encima de los niveles precovid». «Consumer Finance sigue ganando cuota de mercado en la mayoría de los mercados de automóviles», explica.

Pieza clave para el banco

La financiera del Santander es un pieza fundamental en su estrategia de crear una gran plataforma digital en el Viejo Continente, que integra a Openbank, su banco on line que está presente ya en España, Países Bajos, Alemania y Portugal. Consumer Finance lidera los préstamos al consumo en dieciocho países, tras los lanzamientos en Grecia, China y Canadá. Cuenta ya con 130.000 puntos de venta asociados (concesionarios y comercios) y tiene acuerdos relevantes con fabricantes, como PSA o Hyundai.

El efecto de la crisis de los chips para la banca y para el Santander se produce en un momento en el que la financiación al consumo aún no se ha recuperado de la pandemia, principalmente en España, donde presenta una disminución de doble dígito. Pese a este impacto, el Santander considera que la actividad va a buen ritmo, sobre todo por la concesión de hipotecas, que en su caso bate récord de los últimos tres años.

Ingresos al alza

La división de Digital Consumer, que aglutina la financiera y Openbank, redujo un 1% el saldo vivo de sus préstamos tanto en tasa interanual como en intertrimestral. Esta menor actividad no ha impedido que su volumen de ingresos haya visto un crecimiento del 4% en los nueve primeros meses. El beneficio de esta franquicia, una vez descontadas las provisiones contra pérdidas (que bajaron un 40%) y los costes (que avanzaron un 4%), alcanzó los 935 millones, un 19% más que hace doce meses.

Además de este proyecto, el Santander está impulsando una gran plataforma de pagos a nivel internacional, PagoNext, que ha día de hoy sufre pérdidas de 206 millones, pero que el banco confía en que sea un puntal de crecimiento para los próximos años. Espera que su facturación llegue a 1.000 millones en tres o cuatro años, frente a los 334 millones actuales, y que entre en beneficios en el mismo plazo de tiempo.