El Gobierno ha planteado en la reunión de la mesa negociadora de la reforma laboral que el límite a la temporalidad del 15% de la plantilla sea flexible y se pueda regular un porcentaje mayor en la negociación colectiva en algunos sectores. Según han confirmado hoy a Efe fuentes de la mesa de diálogo social, hasta ahora se había planteado un máximo de temporalidad del 15%, que la patronal rechazaba por tener un sesgo ideológico, un porcentaje que tampoco está completamente cerrado y que podría modificarse en el curso de la negociación.
El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ha señalado esta mañana en rueda de prensa que había disposición a hacer modificaciones a la propuesta del 15%. Hay que ver, ha dicho, si ese límite de temporalidad máxima «se acomoda a los intereses del conjunto de interlocutores, si puede variarse o individualizarse para que sea menos indiscriminado y más efectivo». Según ha explicado, tanto este punto como la redefinición de las causas a las que debe ceñirse en contrato temporal son cuestiones que están «en plena discusión».
Calviño anuncia una «nueva propuesta»
En este sentido, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha afirmado este jueves que, en el marco de la negociación sobre la reforma laboral «todas las cuestiones se están negociando y discutiendo», incluida también la tasa de temporalidad máxima permitida para la contratación en las empresas.
En este sentido y al ser preguntada por los periodistas en Córdoba por este asunto, Calviño, además de señalar que todos los temas están abiertos a negociación, ha anunciado que, de hecho, «habrá una propuesta nueva, por supuesto, para la próxima reunión en esa mesa de diálogo social de la de la próxima semana, que irá incorporando las contribuciones de las distintas negociaciones, ideas distintas, y conversaciones que están teniendo lugar».
Así, para dicha propuesta nueva, «se está incorporando el resultado de la reunión que hubo con los agentes sociales ayer mismo», junto con «las contribuciones de los distintos ministerios», para «preparar esa contribución», de cara a «las próximas reuniones», pues «se trata de una negociación que está en marcha y que va evolucionando, y nuestro objetivo tiene que ser que en el curso de noviembre lleguemos a un acuerdo».
Es más, el objetivo es lograr «un buen acuerdo con los agentes sociales, que nos permita adoptar esa reforma tan importante antes de final de año», asegurando que, en este asunto, «el Gobierno está absolutamente alineado en abordar una reforma laboral que mire al futuro, con una hoja de ruta que ha sido acordada con los agentes sociales», para un «conjunto de elementos que tenemos que mejorar en nuestro mercado laboral» y sobre los que Calviño espera alcanzar, según ha insistido, «un buen acuerdo de aquí a final de este mes de noviembre».
Las críticas de la CEOE
En cuanto a la afirmación que ha hecho este mismo jueves en Córdoba el presidente de la CEOE, Antonio Garmendi, de que Europa no pide la reforma que defiende «una parte del Gobierno» y que a Bruselas no se le prometió «derogar» la de 2012, Calviño ha indicado que «la hoja de ruta de la modernización y de la mejora de nuestro marco normativo en el ámbito laboral está recogida en el Plan de Recuperación», pues «es ese famoso componente 23 del plan», que además «es un documento público, en el que se recoge claramente cuáles son los elementos que vamos a abordar de aquí a final de año sobre la base del diálogo social».
A esto se suma, según ha subrayado la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que el Gobierno «está absolutamente comprometido con tratar de lograr el mejor acuerdo, un acuerdo equilibrado que nos permita tener un marco laboral que favorezca la creación de empleo de calidad, que reduzca significativamente la temporalidad tan elevada que tenemos en nuestro país, que también reduzca la precariedad y garantice un reequilibrio de las distintas partes dentro del diálogo social, dentro de la negociación colectiva», para así «aprovechar esta fase de recuperación económica que ahora se inicia» y que se «cree empleo de calidad».
Por este motivo, el Gobierno ha estado «trabajando intensamente con los agentes sociales, y ahora enfilamos la fase decisiva de este proceso de negociación«, considerando Calviño que «todos tenemos que remar en la misma dirección, poner todo de nuestra parte para poder lograr un acuerdo en las próximas semanas y tener, por tanto, antes del final de 2021 la mejor reforma laboral posible, la que nuestro país necesita».