El motor estalla contra el Gobierno: «Su lentitud está poniendo en riesgo muchos empleos»
El sector advierte de que la temporalidad se ha perdido y de que puede ser «demasiado tarde» cuando se adopten medidas
La industria de la automoción está harta de esperar respuestas del Gobierno en un momento en el que la falta global de suministro de semiconductores o chips la ha devuelto a un nivel de producción incluso menor al registrado en plena pandemia.
Distintas fuentes del sector consultadas por THE OBJECTIVE coinciden en que la «lentitud» del Ejecutivo a la hora de poner en marcha medidas de apoyo «está poniendo en riesgo muchos puestos de trabajo». Advierten también de que la temporalidad se ha perdido y de que puede ser «demasiado tarde» cuando se adopten medidas.
El automóvil, que representa el 10% del PIB y el 9% del empleo, se siente abandonado en muchos sentidos y viene a denunciar tres aspectos: la subida del impuesto de matriculación se producirá en uno de los peores momentos para el sector, que no se convocan las ayudas procedentes de Europa y que no se está produciendo una transición hacia el coche eléctrico de manera ordenada.
En este contexto, una de las afirmaciones que más se escuchan dentro de las marcas, patronales y sindicatos es que el motor se encuentra bajo una «tormenta perfecta». Antes de que estallara la Covid-19, ya existía una caída generalizada de la demanda ante la incertidumbre de qué coche comprar [si un eléctrico o uno de combustión] y entraba en vigor la nueva normativa de emisiones europea CAFE (Corporate Average Fuel Emissions, en español Emisiones de Combustible Medias Corporativas).
Multas milmillonarias
De este modo, a partir de este año las emisiones de los coches vendidos por cada fabricante deben estar por debajo de los 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. De no cumplir, las marcas se enfrentarán a multas milmillonarias, ya que deberán pagar 95 euros por cada gramo superado, multiplicado por el total de coches que hayan matriculado.
No obstante, al sector le ha llegado su peor crisis con el coronavirus, que obligó al cierre de plantas de producción en todo el mundo con el fin de frenar su propagación y en un momento en el que afronta la mayor transformación de su historia bajo las premisas de conectividad, coche autónomo, servicios de movilidad y electrificación.
Una vez terminado el año pasado, las compañías se mostraban optimistas y encaraban un 2021 con buenas previsiones, aunque siempre por debajo de los niveles de 2019. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. La falta de chips por el auge de los aparatos electrónicos debido al teletrabajo y a un mayor ocio en el hogar, ha llevado a las factorías a acometer paradas temporales mediante la aplicación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Marcas como Seat y Renault han puesto uno en marcha que durará hasta junio del año que viene, por lo que las previsiones no son nada halagüeñas.
«Como país, nos estamos jugando el futuro, dónde y cómo se van a producir los vehículos del futuro. En este sentido, es fundamental que las ayudas previstas en los fondos Next Generation lleguen, de una forma rápida y decidida, a las empresas de la cadena de valor de la automoción en España, favoreciendo su competitividad y, en definitiva, manteniendo todo el empleo de calidad que generan», señala a este medio un alto directivo del sector.
24.000 millones de inversión hasta 2023
El Gobierno aprobó a principios de julio el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC). Según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, movilizará una inversión total de más de 24.000 millones de euros en el periodo 2021-2023, con una contribución del sector público de 4.300 millones y una inversión privada de 19.700 millones.
La cartera que dirige Reyes Maroto ha asegurado que el plan se activará antes de final de año y que en los próximos días se convocará la tan demanda por el sector mesa de automoción. Fabricantes como el grupo Volkswagen han dicho públicamente que parte de sus planes de futuro en España dependerán de si llegan o no las ayudas.
A través de su marca Seat aspira a la creación de un ecosistema del coche eléctrico. El consorcio alemán también ha pedido abierta al Gobierno participar en el Perte para levantar en España su tercera gigafactoría para la producción de baterías. Asimismo, prevé que la familia de eléctricos pequeños de todas sus marcas produzca en el país a partir de 2025.
Volkswagen aún no ha especificado si lo hará en su planta de Landaben (Navarra) o en la de Seat en Martorell (Barcelona), pero la automovilística española sí que ha dicho que desea ensamblar medio millón de eléctricos desde 2025.
«Transición ecológica justa social y económicamente»
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE también se quejan de que solo se incentive la compra de los coches eléctricos, ya que consideran que la mayoría de familias no pueden acceder a este tipo de vehículos. «Es necesario garantizar una transición ecológica justa en términos sociales y económicos que permita a todas las rentas el acceso a soluciones de movilidad eficientes», añaden.
Dentro del citado Perte se incluye el plan de ayudas para la compra de coches eléctrico y el desarrollo de puntos de recarga, el Moves III, dotado con 400 millones –ampliables a 800– y se prolongará hasta al menos 2023. La rebaja puede alcanzar los 8.000 euros teniendo en cuenta el descuento adicional de las marcas, aunque luego hay que incluir la ayuda en la declaración de la renta. También está el Moves Singulares, con 300 millones para el desarrollo de proyectos relacionados con la movilidad sostenible.
En el lado de la fiscalidad, el sector carga duramente contra el Ejecutivo por su «veto» en los Presupuestos Generales del Estado a las enmiendas de PdCat, Cs y PP en contra de la subida del Impuesto de Matriculación que debe producirse en enero. El Congreso de los Diputados congeló este verano la subida tras varios rifirrafes entre Ejecutivo y oposición, pero desde el año que viene los coches serán un 5% más caros de media.
Datos de ventas y producción. En España se han vendido 707.593 automóviles entre enero y octubre, un 33% de descenso frente al mismo periodo de 2019. De hecho, hace dos años se sobrepasa el millón de unidades. Además, las crisis de demanda y de los microchips han provocado un descenso de la producción por encima de la registrada por la pandemia y los confinamientos forzosos con 1,75 millones de vehículos ensamblados hasta octubre, un 26,7% menos en comparación con hace dos ejercicios.