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Economía

La evolución del piso compartido: el fenómeno del 'coliving' avanza en España

Aumentan las promociones de edificios dedicados a esta modalidad, donde se alquila habitación y se comparten con los vecinos las zonas comunes

La evolución del piso compartido: el fenómeno del ‘coliving’ avanza en España

Vía Célere, una promotora especializada en el desarrollo, inversión y gestión de activos inmobiliarios, anunciaba a inicios de este mes de diciembre el comienzo de la construcción de su primer edificio destinado exclusivamente al coliving. Esta promoción, que estará ubicada en Málaga Capital, supone una nueva diversificación de la cartera de producto de la promotora tras su entrada en el mercado del Bullid to Rent. Solo es un ejemplo del creciente interés de esta nueva modalidad a caballo entre compartir piso y un alquiler de habitación por meses. 

Las habitaciones de este espacio coliving, según la promotora, «serán amplias y contarán con un salón de estar y una zona de descanso». Además, los residentes tendrán a su disposición zonas comunes y espacios abiertos como salas de reuniones y también zonas dedicadas al ocio, incluyendo algunas con cocina. Asimismo, el edificio «tendrá gimnasio, servicio de lavandería y limpieza y una zona chillout en la cubierta desde donde disfrutar de las vistas de la ciudad», según vende la compañía. Esta promoción no es una excepción, «actualmente hay muchos fondos de inversión con la vista puesta en esta opción y muchas promotoras están lanzando sus proyectos», explican a THE OBJECTIVE fuentes del sector constructor.

De momento, el coliving está en una fase muy embrionaria en España, pero está llamado a ser protagonista en el mercado de alquiler de los próximos años según los expertos. «La nueva generación de millennials, que cree mucho en la economía colaborativa y en estar de alquiler y ser más libres, demanda este tipo de opciones», explica Montse Moreno vicepresidenta de AEPSI, a THE OBJECTIVE «Hay empresas extranjeras que tienen coliving en otras ciudades como San Francisco, Lisboa, París o Madrid, destinadas fundamentalmente a ‘nómadas digitales’ que están tres meses en cada sitio, es una manera de vivir», añade, que está ganando músculo y más tras la pandemia y el auge del teletrabajo.

‘Coliving’ por necesidad

Pese a que el coliving es prácticamente un recién llegado a España como concepto, lo cierto es que comparte muchas características con lo que comúnmente se ha conocido como compartir piso. A pesar de que hay una parte de la demanda que es cubierta por esos llamados ‘nómadas digitales’, lo cierto es que en la mayoría de los casos esta opción habitacional se elige por una cuestión de necesidad. «Es una tendencia elegida por los que empiezan a emanciparse y no pueden vivir solos por cuestiones económicas. Como todo tiene pros y contras », explica Ferran Font, director de estudios de pisos.com a THE OBJECTIVE.

Una de las diferencias con la manera tradicional de compartir piso por habitaciones radica en que el modelo se está «profesionalizando, está entrando capital y está más reglado», explican fuentes del sector. A este aumento de la demanda para compartir piso por parte fundamentalmente de jóvenes que no pueden permitirse vivir solos se unen los que tienen la capacidad de generar oferta que son las promotoras y las constructoras. «Hemos visto en este 2021 como iban sumándose nuevos proyectos tanto de coworking como de coliving en toda España», explica Font. El experto inmobiliario añade que es una demanda existente y una oportunidad de rentabilidad también para los que construyen. «De hecho las previsiones es que tenga un espacio relevante dentro del sector del alquiler de cara a los próximos años», asegura. 

Profesionalizar compartir piso

El director de estudios de pisos.com considera que esa profesionalización del concepto ‘compartir piso’ es «buena para todos». Las características de estos edificios que se están construyendo con este fin tienen mejores calidades, asegura, y además está regulado por lo que se evitan muchos problemas.

De momento, lo que está desarrollándose mas actualmente es lo relacionado con los ‘nómadas digitales’. Suelen ser promotores extranjeros que tienen ubicaciones en grandes ciudades de todo el mundo y que lo que le permiten a su cliente es que pueda pasar largas temporadas en cada uno de ellos. «Al final son trabajadores que con un ordenador y una conexión a internet pueden trabajar sin necesidad de ir físicamente a la oficina. La parte de vivienda es lo mismo, no requieren una vivienda de propiedad ni un alquiler en el que tengan que estar un año porque solo quieren estar unos meses, eso lo que les permite es mucha flexibilidad y adaptación a los diferentes movimientos que quieran hacer», explica Moreno.

Auge del ‘coworking’

El giro de lo que supusieron los peores meses de la pandemia sigue generando efectos en la forma de trabajar. El aumento del teletrabajo ha llevado a muchas empresas a plantearse la necesidad de contar con oficinas de gran tamaño. Algunas empresas están optando por oficinas compartidas o coworking para esta nueva era de las relaciones laborales.

«Hay empresas que han visto que no necesitan tener a los trabajadores en una ofician física, con tener un coworking en el que los equipos van una o dos veces por semana, es suficiente», explican fuentes del sector. Se trata, fundamentalmente, de empresas medianas que tienen mayor facilidad de adaptación, pero también pequeños empresarios o freelance que han visto en este concepto una importante forma de reducir los costes.

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