Orcel, tras ganar el juicio al Santander: «Estoy contento de que se hayan reconocido mis derechos»
El consejero delegado de UniCredit cobrará 68 millones de la entidad dirigida por Ana Botín
El consejero delegado de UniCredit, Andrea Orcel, se ha mostrado «muy contento» de que se hayan reconocido sus «derechos», según ha dicho a Financial Times tras ganar la batalla judicial en el Juzgado de Primera Instancia número 46 de Madrid contra Banco Santander.
«Estoy muy contento de que se hayan reconocido mis derechos», declaró al rotativo británico tras conocer el fallo judicial el pasado viernes, por el que Santander deberá indemnizar a Orcel con 68 millones de euros por el bonus que UBS rechazó abonarle por fichar por la entidad dirigida por Ana Botín y por daños morales y reputacionales.
En una entrevista con ‘FT’, concedida minutos antes de conocer el pronunciamiento del juez Javier Sánchez Beltrán, Orcel insistió en que su batalla legal por el fichaje fallido como consejero delegado de Banco Santander «era lo correcto, porque no había otro camino».
«Creo que es lamentable que estemos donde estamos, pero si la gente mira los hechos y lo que ha surgido en el juzgado, las conclusiones son claras. Espero que termine y todos podamos pasar página, (Santander) está en el pasado y estoy centrado en un 150% en UniCredit», apuntó en la citada entrevista.
Ruptura de las negociaciones entre Unicredit y Monte dei Paschi
En otro orden de cosas, el banquero italiano se refirió a la ruptura de las negociaciones entre UniCredit y el Ministerio de Finanzas de Italia con vistas al rescate de Banca Monte dei Paschi di Siena (BMPS).
Según el directivo, haber cumplido con el acuerdo no hubiese sido «un buen servicio» para los accionistas del banco ni para Italia, al tiempo que el mercado hubiese visto la transacción como «un acuerdo político».
Según revelaron Orcel, el Gobierno italiano y UniCredit, de las cuentas de Monte dei Paschi y la ‘due diligence’ llevada a cabo salió una cifra relativamente más alta que los 2.000-3.000 millones de euros que el Ejecutivo del país anticipó inicialmente que debía invertir en recapitalizar al banco italiano.