Las constructoras prevén un impacto muy moderado de los fondos en la obra civil
Las constructoras creen que hay que relajar cualquier optimismo con las previsiones de actividad para la obra civil en España
El Rey inaugura el AVE a Galicia junto al presidente del Gobierno. | Europa Press
El encarecimiento de las materias primas, de la energía y de los fletes de muchos productos está afectando gravemente al sector de la construcción, tal y como contamos hace unos días en THE OBJECTIVE, lo que está dificultando la inversión. Seopan, la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, cifra en 1.200 millones el sobrecoste en la obra pública por las materias primas.
Con el negocio concesional «prácticamente paralizado en España», tal y como aseguran fuentes del sector a THE OBJECTIVE, la vista y las «esperanzas» estaban puestas en los fondos europeos. Sin embargo, esa esperanza poco a poco se va diluyendo. El propio Banco de España, en cuestión de seis meses, ha rebajado el impacto de los mismos en la economía española debido al retraso en la ejecución de los fondos. El organismo ha pasado de estimar un impacto sobre el PIB del 3,4% entre 2021 y 2022 a sólo un 1,6%. Es decir, 1,8 puntos menos.
«Hay que relajar cualquier optimismo con las previsiones de actividad para la obra civil en España. Si bien se han registrado fuertes incrementos hasta el mes de agosto en la licitación y contratación pública de obras de las administraciones públicas – del + 84% y +11% respectivamente con respecto al mismo periodo en 2020 -, lo que implica haber recuperado el nivel precovid, seguimos estando en una situación crítica», aseguran a THE OBJECTIVE fuentes del sector de la gran construcción. Con los datos acumulados registrados al mes de agosto, las previsiones de licitación y contratación en 2021 de las administraciones públicas- de 23.000 M€ y de 7.500 M€ respectivamente- el sector se sitúa «en niveles reales de 2010 y 2011, es decir, en los niveles más restrictivos de la etapa post crisis financiera de 2008», según estas mismas fuentes.
Menos burocracia
Por su parte, la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) considera que es fundamental que la Administración actúe con agilidad ante la licitación de los proyectos y «que se aligeren todos los trámites burocráticos, máxime teniendo en cuenta que la llegada de nuevas ayudas se encuentra supeditada al logro de determinados objetivos de ejecución». En declaraciones recientes a este medio, Pedro Fernández Alén, su presidente, aseguraba que la construcción canalizará, de manera directa o indirecta, siete de cada diez euros provenientes de Europa, lo que pone de manifiesto «la importancia de que los fondos se implementen en tiempo y forma». En este escenario, recuerda que, en caso contrario, no se contaría con toda la inversión comunitaria, ya que debe estar ejecutada, como máximo, en 2026.
En lo que se refiere a las previsiones de actividad sectorial, Seopan, la patronal, publicó a inicios de año un rango de incremento de actividad en 2021 entre el +1,0% y el + 2,7%, ello considerando una ejecución real mínima en infraestructuras del Plan de recuperación y resiliencia (MRR + REACT) para este año de 2.400 millones de euros. Algo que a día de hoy «es imposible de cumplir debido a la tramitación y procedimientos que requiere la trasferencia de fondos», reconocen estas mismas fuentes al tiempo que añaden que el impacto real , «muy moderado», del Plan de Recuperación en la obra civil española «se empezará a sentir a partir del segundo semestre de 2022».
Las constructoras miran al exterior
A pesar de la sequía concesional en España, los proyectos de las grandes constructoras (ACS, Acciona, Ferrovial, Sacyr, OHLA y FCC) han vuelto a superar los 100.000 millones, eso sí, gracias al exterior. Esta barrera ya la rebasaron en el cierre del año 2019 con 100.042 millones de euros. Más del 90% de los millones que tienen en cartera estas grandes empresas corresponde a su negocio internacional con el foco en América del Norte y Australia ganando cada vez más peso.
Recientemente, tal y como publicó THE OBJECTIVE, CPB Constractors, la filial del grupo australiano Cimic (perteneciente a la española ACS), resultaba adjudicataria para la construcción de un edificio en Australia, concretamente en Sídney por 237 millones de euros, pero es solo uno de los múltiples ejemplos. De hecho, actualmente en el país de las antípodas, varias empresas españolas se encuentran inmersas en concursos para diferentes licitaciones públicas.
Australia se ha convertido en los últimos años en el gran mercado conquistado por las constructoras españolas que se centran en obras públicas como carreteras o tratamientos del agua. En Melbourne, el grupo presidido por Florentino Pérez construirá y explotará hasta 2051, la North East Link. Esta infraestructura de dos túneles de tres carriles (6,5 kilómetros de longitud) conectará la carretera de circunvalación metropolitana M80 con la autopista Eastern Freeway (M3).
Pero las empresas españolas siguen también muy presentes en latinoamérica. Sacyr, por ejemplo, forma parte de un consorcio que desarrolla la autopista Américo Vespucio Oriente I, en Santiago de Chile. La inversión es de 1.000 millones y estará operativa en 2022.
